El paseo fluvial del Lagares, una de las joyas medioambientales y sociales de Vigo, está más cerca de vivir una importante expansión. La Gerencia de Urbanismo aprobará el próximo martes el expediente para la expropiación de 96 parcelas de zonas colindantes con el río con el objetivo de dar continuidad a las sendas que en la actualidad acompañan el curso del caudal y que se rehabilitarán en su conjunto en esta legislatura, según informó ayer el alcalde, Abel Caballero. Estas expropiaciones, a las que el Concello destina 430.000 euros, permitirán la ejecución de un nuevo tramo entre las calles Manuel Álvarez y la Avenida de Madrid, en la parroquia de Lavadores.

El presupuesto total de la actuación es de unos 800.000 euros y el nuevo tramo tendrá una longitud de 3.261 metros lineales, lo que supone el 18,4% de los 17,7 kilómetros que tiene el Lagares. Caballero anunció que el proyecto estará en disposición de salir a licitación antes de final de año. El plazo de ejecución e las obras sería de unos seis meses.

El estudio ambiental realizado prevé la plantación de unos 140 ejemplares de fresnos y robles y otros 700 arbustos y pequeños árboles para la recuperación de la biodiversidad de la rivera. Especial atención se presta también a la iluminación para tratar de compatibilizar la seguridad en el paseo con la protección medioambiental. Se instalarán luces que se enciendan con el paso de las personas y que eviten enfocar al cauce fluvial para minimizar la contaminación lumínica que puede afectar a algunas especies.

La senda del Lagares, a la que se ha llamado senda azul, es un paseo fluvial que comienza en la Avenida de Madrid y llega hasta la playa de Samil, y se puede acceder a ella desde distintos puntos de la ciudad. También discurre junto al estado de Balaídos, donde se adentra en una zona ya menos urbana y más verde, plagada de árboles. El itinerario finaliza en la desembocadura del río, donde los paseantes, los runners y los ciclistas tienen la opción de ir hasta Bouzas o, en su lugar, optar por acceder a las playas de O Vao y Canido y disfrutar de los restos arqueológicos de Toralla.