En los años de concierto entre el Chuvi y Vithas Fátima, solo hubo otra vez que se desviaran ecografías y TAC al hospital privado. Fue en diciembre del año pasado y el objetivo era bajar la lista de espera antes de que hubiera que hacer el balance público de fin de año. Se mandaron mil de las primeras y 400 de los segundos. Con los escáner sí se consiguió bajar la demora con respecto al año anterior -pasó de 80, su máximo en un lustro, a 44 días de media-. En cambio, no se lograron buenos resultados en las otras exploraciones.

El Sergas envió, principalmente, ecografías musculoesqueléticas y abdominales. A pesar de derivar un millar de pacientes, en las primeras solo rebajó la demora en cinco días - de las 118 de diciembre de 2018 a las 113 del pasado. Es más del doble que en 2015 -51 días-- En las segundas, incluso empeoró: pasó de 91 jornadas de espera a 114. Un agravamiento del 25%.

Se desconoce en qué niveles está hoy la lista de espera. No hay datos, precisamente, desde los del cierre de 2019. Antes se publicaban 4 veces al año. La exconselleira Rocío Mosquera cambió el decreto que obliga a hacerlos públicos para pasarlo a dos veces. Los últimos tocaban a principios de julio, en plena campaña electoral gallega. El Sergas entiende que el parón por el Covid impide que cumplan su objetivo, compararlas con el año anterior.