La tragedia golpeó a Moaña en donde menos se esperaba: en una instalación de ocio y disfrute como el pantalán deportivo. Ayer por la mañana la Policía Judicial investigaba el fallecimiento de un vecino de Moaña, natural de A Estrada y que trabajaba en Vigo, de solo 38 años. Las investigaciones y los testigos apuntan a que se trató de un accidente. Falleció la noche del sábado aplastado por su propio barco contra el pantalán mientras trataba de amarrar la embarcación tras una jornada de navegación. El fallecido, Marcos D. P., había pasado todo el sábado en la playa de A Borna, entre Meira y Domaio, celebrando su propio cumpleaños en compañía de su pareja, sus amigos y su hijo. Sobre las 21.30 horas llegaron de nuevo al puerto deportivo y desembarcó para ayudar en las maniobras de atraque. Sobre el barco quedaban seis adultos y el niño. Cuando trataba de amarrar el cabo fue golpeado por el barco quedando atrapado entre éste y el pantalán de madera que permite la subida directa a la sede social del club Moaña Mar, que gestiona la instalación. Integrantes del resto de la tripulación explican que "hacía mucho viento" por eso Marcos D. P. desembarcó para amarrar el barco desde fuera.

"El viento impedía oír lo que pasaba y todo ocurrió muy rápido", explicaban ayer ante el pantalán y tremendamente afectados. En pocos minutos llegó a la zona una ambulancia que se encargó de trasladar al entonces herido al hospital Álvaro Cunqueiro, pero la gravedad de las heridas hizo que falleciese de camino. El niño, hijo del fallecido, fue recogido por su madre biológica poco después, dando lugar a situaciones de tensión en las instalaciones del puerto que no fueron a más.