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Las bodas en Vigo resisten a la pandemia

Pese a las estrictas medidas a las que obliga el Covid-19, más de 70 parejas se casarán en los juzgados entre este mes y octubre | En la ceremonia civil solo pueden estar novios y testigos

Gaitas para felicitar a Marta y Juan, una de las parejas que se casó ayer en los juzgados vigueses // FdV

Marta Pereira y Juan Díaz tenían todo preparado para casarse en marzo: fecha para la ceremonia civil, restaurante para celebrarlo con familiares y amigos y un viaje que les llevaría hasta otro continente. Pero nada de eso pudo hacerse realidad, ya que, por todos es ya sabido, fue entonces cuando irrumpió con fuerza la pandemia y, con ella, el estado de alarma y el confinamiento. Su enlace fue uno de los muchos suspendidos a causa del Covid-19. Pero, algo más de cinco meses después, esta joven pareja ha cumplido su deseo de verse convertidos en marido y mujer.

La suya fue una de las cinco bodas que se celebraron ayer en los juzgados de Vigo. "Aunque sigue el problema del coronavirus decidimos casarnos ahora porque la de hoy [por ayer] es una fecha especial para nosotros, fue cuando nos conocimos", cuentan sonrientes. Dadas las restricciones existentes y a que además tienen familiares de riesgo, el banquete previsto inicialmente se sustituirá por pequeñas y discretas celebraciones por separado. Y en vez de ir a China o a EE UU como planeaban, se conformarán con pasar unos días en una casa rural en Galicia. "Ya haremos ese gran viaje cuando se pueda", decían, felices pese a todos los contratiempos.

El caso de Marta y Juan no es una excepción. Pese a que casarse en tiempos de Covid-19 significa renunciar a mucho de lo que rodea a un enlace, no son pocas las parejas que deciden oficializar su matrimonio. Además de las cinco bodas de ayer, en los juzgados vigueses se celebrarán a lo largo de septiembre al menos otros 44 enlaces. Con dos mañanas a la semana reservadas para estas ceremonias -miércoles y viernes-, en este mes apenas quedan ya huecos libres, con jornadas en las que se formalizarán hasta ocho uniones, cifra superior a la habitual. Y en la agenda de octubre ya hay fecha para otras 23 parejas. Pocas bodas hay sin embargo previstas en el último tramo del año, en noviembre y diciembre.

"Pese a la situación que estamos viviendo, en julio y agosto hubo muchas bodas; y el mes de septiembre está prácticamente completo", resalta Fernando Varela, letrado de la Administración de Justicia sustituto del Registro Civil. Este profesional y la magistrada titular son los encargados de oficiar las bodas civiles que se celebran en los juzgados. Como ocurre desde que en junio se reactivaron los enlaces tras estar casi tres meses paralizados debido al estado de alarma, estas ceremonias tienen ahora sus limitaciones. Antes en la sala de bodas judicial podían entrar todos aquellos familiares y amigos que la capacidad de la estancia permitiese. "Ahora, debido a la pandemia, solo pueden acceder los contrayentes y dos testigos", concreta Varela, si bien aclarando que, en ciertas ocasiones, de forma excepcional, se permite la presencia también de algún menor o familiar mayor próximo a los novios.

Junto al obligado uso de la mascarilla por parte de todos los presentes, otra medida que adoptó el Registro Civil de Vigo para minimizar el riesgo de contagios tiene que ver con una de las formalidades de la ceremonia. Tradicionalmente, al acabar la boda y extenderse el acta, el documento era firmado por la magistrada o el letrado judicial, por el matrimonio y por los testigos. Ahora solo pone su rúbrica el encargado de oficiar el enlace, para evitar así compartir el bolígrafo. "Es una medida de precaución sanitaria más y las bodas son igualmente válidas", explican.

Fechas libres

Aquellos que aún quieran casarse este año y les de tiempo a preparar el preceptivo expediente aún tienen muchas fechas libres. En algunas mañanas de octubre y durante noviembre y diciembre. Muchas bodas que hubo en verano y varias de las ahora previstas son de parejas que habían fijado la ceremonia en marzo, abril o mayo, meses en los que se tuvieron que suspender debido al fuerte impacto del coronavirus en aquellas fechas. Las primeras bodas en los juzgados, tras el confinamiento, se celebraron el 12 de junio. Desde entonces las imágenes semana tras semana de familiares echando arroz a los recién casados han vuelto a ser una realidad.

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