El Liverpool se alzaba en mayo con su primera Premier League en 30 añosPremier League gracias, entre otras figuras, al egipcio Mohamed. Pero el talento del jugador musulmán también ha supuesto otros beneficios para el condado de Merseyde, sede del club. Los delitos de ocio han descendido un 18,9% desde su fichaje, los tuits antimusulmanes se han reducido del 7,3 al 3,8% y la población valora de forma más positiva los efectos de la inmigración.
Un estudio desarrollado por la Universidad de Vigo ratifica este mismo efecto de los futbolistas extranjeros en la percepción de los españoles. Las opiniones "mejoran significativamente" en las regiones cuyo equipo gana la Liga o tiene unos resultados mejores de los que cabría esperar por su presupuesto. Y además la valoración positiva aumenta cuantos más jugadores inmigrantes tiene el equipo vencedor y más minutos están sobre el césped.
"El fútbol está tan insertado en nuestra cultura que repercute en todo lo que sucede. Y es un gran modulador no solo de las emociones, sino también de las opiniones que tienen los españoles sobre los beneficios o no de la inmigración. Es el gran buque insignia de nuestro ocio y afecta enormemente a cualquier otro ámbito de nuestro día a día", destaca el catedrático de la UVigo de Ciencias del Deporte Carlos Lago, que ha desarrollado este estudio mano a mano con su hermano Ignacio, catedrático de Ciencias Políticas en la Pompeu Fabra.
Ambos expertos cruzaron las respuestas de 15.501 españoles en la European Social Survey (ESS) durante el periodo 2002-2016 con los resultados de la liga española y el éxito del equipo mejor clasificado en cada región o los principales, como es el caso de Galicia con Celta y Deportivo.
Cada ronda se vinculó a la temporada de LaLiga finalizada antes de comenzar las encuestas. Y durante ese tiempo, los ganadores fueron en diferentes años Barcelona, Real Madrid, Valencia y Atlético de Madrid. El estudio comparó las respuestas de los ciudadanos en las tres comunidades a las que pertenecen dichos clubes cuando ganaron y cuando no, y las de los habitantes en las 14 comunidades restantes. La valoración del primer grupo siempre fue la más favorable a la inmigración.
Los hermanos Lago testaron las respuestas de la ESS sobre si la inmigración socava o enriquece la vida cultural en España, si es buena o mala para la economía del país y si estarían de acuerdo en permitir una entrada mayor de ciudadanos foráneos o preferirían restringirla.
"La ESS es una encuesta muy potente y nuestro análisis demuestra que la opinión sobre la inmigración mejora en gran medida, incluso más cuanto mayor es el numero de futbolistas extranjeros y más tiempo juegan. El fútbol es ahora mismo la expresión cultural más potente, no hay nada que movilice a tanta gente de manera tan permanente. E influye en sus opiniones", subraya Carlos Lago.
Sus resultados concluyen que fútbol e inmigración están "completamente entrelazados" y sugieren que las instituciones podrían contar con los jugadores extranjeros más reconocidos para mejorar la percepción social e incluso la integración.
"Los resultados son interesantísimos porque la inmigración es un tema de gran importancia en nuestras sociedades. Jugadores como Aidoo [futbolista del Celta originario de Ghana] La idea es que si realmente el fútbol puede ayudar, utilicémoslo", plantea Lago.
Las conclusiones del estudio cobran aún más importancia si se tiene en cuenta que la presencia de futbolistas extranjeros va en aumento y que gran parte de la población mundial es aficionada a este deporte. El promedio de jugadores inmigrantes en los equipos es del 21,4%, pero en los clubes de la Europa League (UEFA) el porcentaje asciende hasta el 26%.
Y en las cinco primeras ligas, Salah no es la única estrella extranjera influyente. En la Premier League, los futbolistas foráneos disputan el 64,7% de los minutos; en la Serie A italiana alcanzan el 61%; en los clubes alemanes de la Bundesliga el 51,5%; en la liga española el 39%; y en la francesa, el 37,3%.
Respecto a nuestro país, la media de ciudadanos extranjeros era superior a la europea en 2016 -8,9% frente a 4,6%- y, según el CIS de 2014, el 67,4% de los encuestados eran seguidores o simpatizantes de un equipo de fútbol.
