Lo que no han podido la pandemia del Covid-19, las restricciones a la hora de tender la toalla en los arenales o incluso los kilos ganados durante los meses de confinamiento lo ha logrado la niebla. Los bañistas de la ciudad vieron ayer frustrado su domingo de playa por el manto de bruma bajo el que amaneció Vigo, una densa capa que desde primera hora se extendió sobre buena parte de la ría. La estela trajo consigo además una bajada de las temperaturas y una brisa poco compatible con la jornada de sombrilla, tumbona y chapuzón que muchos vigueses habían planificado.

A las nueve de la mañana Meteogalicia anotaba en sus estaciones del puerto y Cíes porcentajes de humedad relativa del 100%, lo que los situaba entre los puntos del litoral gallego más afectados por la niebla. En ese instante solo registraban un valor equiparable en la costa las estaciones de Malpica de Bergantiños, Lourizán, Cabo Udra y Baiona. Eso sí, en la ría de Vigo la niebla venía acompañada de temperaturas considerablemente más bajas. Si en las Cíes, por ejemplo, el termómetro se situaba a primera hora en 15,9º -16,7º en el puerto de Vigo-, en Malpica de Bergantiños rozaba los 20 grados y en Lourizán pasaba ligeramente de 17.

Para desesperación de los bañistas que ayer se acercaron hasta Samil y O Vao pertrechados con sus toallas, sombrillas y neveras portátiles, el manto no se había disipado aún a primera hora de la tarde. A mediodía Meteogalicia seguía anotando en su estación del puerto de Vigo una humedad relativa del 93% y una temperatura de 17,9º. En Avenida de Madrid los valores eran ligeramente inferiores, del 90% y 17,7º respectivamente. A las cuatro de la tarde en el centro de la ciudad el porcentaje de humedad seguía en el 80%, con el mercurio instalado en torno a los 20º, muy por debajo de las máximas de más de 30º que llegó a indicar el termómetro en julio. El mes pasado el mismo sensor -instalado en la avenida de Madrid- alcanzó un nivel de humedad relativa media del 65%. Las máximas, por término medio, se situaron en torno al 83%.

Desde Meteogalicia explican que la niebla que ayer empañó el domingo playero de los vigueses se debe, fundamentalmente, a la combinación del aire calentado en tierra y las masas más frías situadas sobre el mar. El contraste térmico entre las bolsas cálidas y la superficie fría del mar genera un efecto de condensación. Cuando en la ecuación entra en juego el viento ocurren fenómenos como el de las últimas horas, similar al que hace varias semanas -a finales de julio- aguó también un domingo de playa a los vigueses. El término técnico es "niebla de advección" y contrasta, por ejemplo, con la de "irradiación", causada por el enfriamiento el suelo durante la noche y que resulta mucho más común en invierno. El segundo tipo es el que suele verse en Puxeiros.

Dentro del municipio se anotaron también diferencias de temperatura considerables. A mediodía el observatorio autonómico registraba en Cíes 17,1º frente a los 17,9º del Puerto y 18,1º del campus. Los valores fueron también algo más cálidos en otros puntos del interior de la comarca, que vio su jornada menos marcada por la niebla. En Mos, por ejemplo, con un 86% de humedad relativa media, a las doce de la mañana el mercurio marcaba 20,5º. En Atios Meteogalicia anotó respectivamente 77% y 23,31º y en A Granxa, en Ponteareas, 64% y 25,2º. Bastante por encima se situaba en ese momento Santiago de Compostela, donde el sensor ubicado en EOAS alcanzaba los 25,3º con un nivel de humedad relativo que no pasaba del 60%, considerablemente inferior al que soportaba Vigo justo en ese momento.