Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los vecinos advierten del abandono de los solares de GEA: "Es vergonzoso, una selva"

Cabral, Coruxo y Lavadores alertan de la presencia de zarzas y animales y demandan el mantenimiento de las parcelas

Restos de la fábrica de Álvarez en Coruxo. // Marta G. Brea

"Hay culebras, ratas, zarzas que se vienen hacia la acera... Es horrible, algo vergonzoso". Habla Puri Vázquez, una de las vecinas que reside en los bloques levantados frente a la antigua fábrica de GEA en la Avenida Ramón Nieto. Hace décadas, cuando el negocio funcionaba a pleno rendimiento, Puri miraba la factoría como una fuente de ingresos, un potente motor económico que permitía a miles de familias ganarse el pan. Hoy -dos décadas después del ocaso de GEA- lo que contempla desde su casa es una amplia parcela ruinosa, llena de cascotes, basura, maleza, alimañas y viejas naves desmoronadas.

De los vestigios de GEA ya no sale empleo y riqueza. Solo la maleza que se cuela por la verja, hacia la calle. Al igual que otros muchos vecinos de Cabral, Lavadores y Coruxo que viven cerca de los viejos solares de Álvarez, Puri advierte del abandono y pide que se limpien.

Emilio Pérez, de la Asociación de Vecinos de Coruxo, coincide en que el solar de la antigua fábrica "empieza a ser una selva". Hace años, en 2016, el Concello ya se dirigió a los dueños de la finca y les exigió que la limpiasen. Para adecentar el solar entonces hizo falta echar mano de maquinaria pesada. La situación hoy, explica Pérez, no es tan dramática como en 2016, pero la parcela dista de estar bien. "En algunas zonas empieza a haber de nuevo maleta. Este verano debería volver a limpiarse. Si en agosto no lo hacen, volveremos a llamar al Concello o pondremos una denuncia", advierte el responsable de la asociación vecinal de Coruxo.

"Nos obligan a los vecinos a limpiar nuestras propiedades, pero... ¿Y esta? Antes se dejaba allí de todo, incluso colchones", lamenta Pérez. Luis Lago, vecino del entorno de Ramón Nieto, censura también la situación de la vieja fábrica de Cabral, en la que -asegura- no es extraño ver a gente colándose. "Es vergonzoso, debería cerrarse y limpiarse. Allí hay culebras, ratas... De todo", incide. Un ejemplo del provecho que puede sacarse del entorno -recuerda- es el parking que abrió en 2019 el Concello en una parte del terreno, un espacio con 78 plazas de aparcamiento gratuito. Otra de las propuestas de Lago es que se preserve la chimenea fabril como un "emblema" de lo que llegó a ser GEA en sus mejores tiempos.

Desde la Asociación de Vecinos de Lavadores, su presidente, Eduardo Fernández, apuesta también por preservar algunos elementos, como por ejemplo la chimenea o los rótulos y carteles que todavía lucen en el solar. "Deberían estar en un museo o sino en la sede de la asociación", señala. Fernández destaca también el acierto del parking abierto el año pasado -una vieja reclamación vecinal, recuerda-, pero reconoce que la parcela de la fábrica se encuentra en un estado ruinoso. "Se está convirtiendo incluso en algo peligroso. Pasan los años y sigue deteriorándose. Sería bueno que se fuese saneando", aboga.

Manuel Costas, secretario de la asociación vecinal de Cabral, apunta las posibilidades que podría tener la parcela si el nuevo PXOM la considera urbanizable, un ámbito residencial y con zonas verdes. Siempre -insiste- respetando el curso del río Lagares. Hasta entonces, Costas reivindica también la urgencia de adecentar todo el entrno y evitar así molestias a los vecinos que viven en los alrededores.

Compartir el artículo

stats