El pleno municipal aprobó ayer la modificación (segunda) del plan para ampliar el PAU de Navia y facilitar así la construcción de 1.600 viviendas de protección oficial. El PSOE activó su amplia mayoría en la corporación, a la que se sumó el PP, y los concejales de Marea y BNG optaron por la abstención, pero el desbloqueo venía en realidad prologado de días atrás, cuando Abel Caballero anunció el paso definitivo. Tras una larga pugna política, reveló que Vigo ya no condicionaría la luz verde al documento a que la Xunta garantizara previamente, y mediante convenio, la construcción de un instituto para evitar que los estudiantes del barrio se desplacen a diario al IES de Valadares. Esa exigencia, con todo, solo ha quedado en suspenso: ahora Praza do Rei exige al Gobierno gallego que mueva ficha. "Feijóo tiene que escuchar a los ciudadanos de Navia, no podemos seguir esperando", urgió María José Caride, edil de Urbanismo, quien también instó al presidente de la Xunta a que se fijara en los resultados del 12-J en el barrio, en los que su fuerza se quedó tercera.

Caride aplaudió "la buena noticia" que supone el beneplácito al plan por cuanto responde a la demanda de más de 5.000 personas en la urbe que exigen una vivienda pública (un tercio de la demanda total de Galicia), aunque no ocultó tener el "corazón partido" por no haber arrancado a San Caetano el compromiso previo del centro. "La Xunta prefiere que los chavales se desplacen 13 kilómetros para que vayan al instituto de Valadares". La responsable municipal recordó que la ampliación acumula un retraso de "once años", después de que el primer protocolo para ensanchar el PAU -la zona de mayor crecimiento residencial de Vigo, desde su creación hace 15 años- se suscribiera en enero de 2009.

La extensión del Polígono de Actuación Urbanística (PAU) de Navia recoge, además de las 1.600 nuevas viviendas públicas, cerca de 200.000 m2 edificables (el 20% para servicios), 22.700 m2 para dotaciones, 23.900 m2 para equipamientos, al margen de 1.200 plazas de aparcamiento y 2.300 árboles nuevos. En la tramitación, el gobierno local logró rebajar en dos alturas la altura prevista para algunos inmuebles, una senda verde para conectar con el Lagares o accesos "bidireccionales" desde la avenida Europa. Junto al instituto, otra de las reclamaciones del Concello siempre había sido el soterramiento de la VG-20.

Críticas de la oposición

En las filas del PP, su portavoz, Alfonso Marnotes, afeó al Concello y en particular a Caballero haber perdido "meses" antes de dar su "sí" al plan, y les acusó de haber utilizado a 1.600 familias potencialmente residentes para forzar "ignominiosamente" el roce con la Xunta, por electoralismo. "[El requisito del IES] duró lo que duraron las elecciones, ahora ya se quitaron la careta". "Si no se hizo antes fue porque no quiso", descargó contra el alcalde. Marnotes, que precisó que "nadie se había opuesto al instituto recordó la victoria popular en los comicios autonómicos, tanto en Vigo, como en Pontevedra y en toda Galicia.

Rubén Pérez, desde Marea de Vigo, denunció la "vergonzosa" falta de respuestas a las alegaciones (más de 2.000) formuladas por los vecinos, y alertó contra la "improvisación" en la entrada a la avenida de Europa desde Teixugueiras, para lo cual reclamó "alternativas". El portavoz rupturista también calificó de "discutibles" la tipología de algunos edificios para vivienda pública. Xabier Pérez Igrexas (BNG) exigió al Concello que explicara al barrio los porqués de su cambio de postura. "Es evidente que erraron en aquella estrategia", dijo. El nacionalista, en sintonía con el resto de grupos, instó a que Navia contara "cuanto antes" con el nuevo IES.