La calle García Barbón sufriría una profunda remodelación después de la decisión del Ayuntamiento de Vigo de autorizar la construcción de cuatro grandes casas. El proyecto incluía también la urbanización de una parte de la vía, que sería dotada de aceras y nuevo alcantarillado. También quedaba establecido que la empresa constructora tenía que ceder un amplio espacio de terreno para uso público. La calle ya era considerada como una de las más emblemáticas de la ciudad. En aquel año, el ayuntamiento concedió muchas licencias de construcción.

La Junta de Obras del Puerto aprobó en su reunión ordinaria la renovación casi total de la dársena de viajeros. El proyecto, que llevaba varios años de retraso en su ejecución, contaba con un alto presupuesto. La mejora de esta instalación había sido reclamada varias veces por los consignatarios de grandes buques, ya que podrían aumentar la cantidad de operaciones.