Los contagiados en el nuevo brote originado en Vigo y vinculado a una fiscal de la ciudad que se encontraba de vacaciones han ascendido a siete tras conocerse los resultados de varias pruebas PCR realizadas a sus contactos. Fuentes del Servizo Galego de Saúde (Sergas) han detallado a Europa Press que estas personas se encuentran aisladas en sus domicilios, así como que profesionales sanitarios realizan un seguimiento de las mismas.

En concreto, los hechos tuvieron lugar este fin de semana, cuando se confirmó el primero de los tres casos, una mujer fiscal que en los últimos días no había trabajado debido a que se encontraba de vacaciones. Posteriormente, se sometió a pruebas PCR a sus contactos, lo que permitió confirmar dos nuevos contagios en su familia. De este modo, estas tres personas han permanecido aisladas en sus domicilios y se han comenzado a realizar pruebas PCR a su círculo más próximo, que suma entre 10 y 15 personas.

Este ha sido el tercer brote detectado en el área de Vigo, donde la pasada semana se confirmó otro de origen familiar que sumó seis positivos en la localidad vecina de O Porriño, aunque sigue controlado después de que las pruebas hechas a los contactos hayan dado hasta ahora todas ellas negativo.

Al igual que los test realizados a los asistentes a una fiesta en un barco en la Ría de Vigo que, tras detectar dos positivos, se ha confirmado que el resto no están contagiados, aunque al igual que en el caso de Porriño, tienen que estar en aislados en sus casas dos semanas. También durante estos últimos días se detectó otro foco en la ciudad olívica, donde un padre contagió a su hijo y a un amigo de este.

En total, sumando también los treinta del último brote, son alrededor de ochenta las personas que están confinadas a causa de los brotes en el área sanitaria de Vigo. El de Porriño hasta ahora ha sido el más grave, ya que además de en ese municipio dejó positivos en Baiona y en Vigo, aunque todos ellos circunscritos al entorno familiar, por lo que no ha habido que lamentar una transmisión comunitaria del virus.

El coronavirus está afectando también a la actividad comercial y hostelera en el área sanitaria de Vigo. Hay que recordar que, tal y como contó FARO hace unos días, una cafetería-bocatería del centro de Baiona registró hace unos días un positivo por coronavirus de una de sus camareras, que no reside en el municipio. Ahora está aislada en su domicilio y su caso no reviste ninguna gravedad. Cuando se confirmó el contagio, inmediatamente la gerente del local decidió cerrar de forma voluntaria el establecimiento. Hay que señalar, no obstante, que tanto la dueña como la otra trabajadora han dado negativo en la PCR pero están en cuarentena en sus casas.