El último fin de semana de julio se despidió con agradables temperaturas que animaron a miles de bañistas a desplazarse hasta los arenales de la ciudad. Fue el caso de playas como La Fuente o las de la ETEA que lucían con numerosas personas desde primera hora de la mañana.

Tanto fue así que por las inmediaciones de esta última se presentaron ayer dos agentes motorizados de la Policía Local para controlar el uso de las mascarillas. Es más, en este caso tuvieron que advertirle a un varón que se encontraba paseando por a orilla sobre su uso sino iba a bañarse.

En otros puntos de la ciudad controlar estas situaciones , o al menos la distancia de seguridad es más sencillo, como pueden ser en Samil y O Vao, donde la parcelación del arenal garantizar que se respeten la distancia física entre bañistas. En otros puntos como la contigua A Fonte mantener la distancia era más complicado debido también al elevado número de personas que aprovecharon el domingo de playa.