El 23 de abril está marcado a fuego por los libreros y los amantes de la literatura, pues es el Día del Libro. Este año, sin embargo, no se pudo celebrar entonces porque toda la sociedad española estaba confinada a causa de la pandemia. Por eso se acordó una nueva fecha para esa jornada tan especial. Ese día fue ayer y en Vigo se vivió de una forma muy intensa. Obviamente estuvo marcada por la situación de pospandemia que obliga a mantener las medidas de seguridad y la limitación de aforo en los comercios. Por eso el Concello ofreció a las librerías ocupar la vía pública de forma gratuita de forma que pudieron sacar los ejemplares a la calle. Lo hicieron además con un 10% de descuento en todos los libros, como es habitual en un día tan señalado.

Nobel Gran Vía, Espacio Lector Prisma, Libros para Soñar o Librouro son algunos de los negocios que se sumaron a la iniciativa y que por tanto colocaron muebles con libros en el exterior de sus locales. La iniciativa llamó la atención de los vigueses, que se paraban constantemente a ojear las novedades editoriales del momento, y consiguió uno de sus objetivos: aumentar las ventas de estos negocios, que todavía no se han recuperado de las pérdidas que les provocó el cierre por culpa de la pandemia. "Queríamos salir a la calle para darle visibilidad a los libros y reivindicar el comercio de proximidad. La gente no es consciente del daño que nos hace comprando en plataformas digitales", asegura Xurxo Patiño, responsable de Librouro y presidente de la Federación de Libreiros de Galicia.

El Ayuntamiento está siendo un aliado de las librerías de la ciudad. El propio alcalde, Abel Caballero, y el concejal de Cultura, Abel Losada, se acercaron ayer a la exposición que montó Librouro en la calle Eduardo Iglesias. "Queremos que estos negocios nos envíen sus ideas para potenciar la compra de libros y la lectura. Vamos a cooperar. Ya sabemos que la reducción del aforo les limita su acción, por eso les ofrecemos espacio público para los actos que organicen, como presentaciones de libros. Nos ponemos a su disposición", afirmó ayer el regidor olívico.

En esta situación de pospandemia, hay librerías de Vigo que todavía no han abierto. "Son malas fechas", reconocía Xurxo Patiño. El hecho además de que el Día del Libro se celebre este año de forma excepcional en pleno julio, ha cogido a algunos negocios con el pie cambiado, con varios empleados todavía en ERTE por el coronavirus y otros que están disfrutando de sus vacaciones estivales. Por eso no todas las librerías se sumaron a la iniciativa de sacar sus libros a la calle. "En Vigo no hay tradición de sacar los libros al espacio público como sí hay en otras ciudades de Galicia. Es algo que debemos fomentar", apunta Xurxo Patiño.

Está siendo un mes de lo más literario en la ciudad olívica. El 4 de julio se ponía fin a la Feria del Libro que este año se celebró en la calle Príncipe con solo seis casetas y con importantes medidas para prevenir contagios. Además, desde el pasado sábado y hasta el próximo 2 de agosto la Alameda de Vigo acoge la tradicional Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, organizada por la Federación de Libreiros de Galicia. En esta edición participan importantes librerías de otras comunidades como Madrid, Cataluña, Valencia o Andalucía y se pueden encontrar ejemplares antiguos, descatalogados y auténticas reliquias.