Sobre las 17.30 horas de la calurosa tarde del jueves, las personas que estaban en la playa de Ríos de la ETEA, unas 50, dieron aviso a la Policía Local de la aparición de un vertido de aguas fecales en el mar. Una vez allí, los agentes observaron grumos compactos de color marrón flotando dispersos en el agua, y recomendaron a los bañistas que saliesen del agua.