Corrían los primeros meses del año 1944, cuando cuatro amigos de la montaña y su entorno, en el transcurso de una jornada de esquí , descubren que más al este, e Manzaneda otras montañas de llamativos perfiles y con abundancia de nieve. Se trata de los hermanos Antonio y Pepe Villaverde, Natalio Abad y José Barbosa. Pronto se desplazan al Barco de Valdeorras en busca de un acceso al macizo de Pena Trevinca. Se topan aquí con un no menos entusiasta de la montaña y la naturaleza, el Dr. Gonzalo Gurriarán, que les brinda la oportunidad de acercarse por sendas y pistas mineras hasta el más alto del macizo.
El encuentro no podía ser más fructífero, pues sería la chispa necesaria para lo arranque del montañismo y del Club Peña Trevinca, afincado en Vigo y con cerca de un millar de socios. Ahora, 75 años después, la ciudad le rinde homenaje con el reconocimiento de Vigués Distinguido. Carlos Garrido es su presidente actual.
-Un año de doble celebración en el Club. Y es que este reconocimiento coincide con su 75 aniversario.
-De alguna manera casi como que lo esperábamos. El objeto es reconocer la antigüedad del club, que en 2019 cumplió 75 años de historia. Esto no quita que sea un reconocimiento que agradecemos mucho y que es una satisfacción para todos nosotros.
-¿Cómo se ha volcado la ciudad de Vigo en estos años con el Club Peña Trevinca?
-Son muchos años para contar. La primera etapa hay unos componentes muy interesantes que ahora estamos montando en una exposición en la Casa Galega da Cultura que se inaugurará el próximo día 20. Ahí vienen recogidos todos los pasos que se hicieron. El club nace como iniciativa de los montañeros que en Vigo tenían inquietudes por la montaña y el deporte y coincidieron con el gran promotor, que fue el doctor Gonzalo Gurriarán, en unas jornadas de esquí y pusieron en marcha esta iniciativa que está llena de vida, con más de 800 socios, iniciativas todos los meses y socios desde los 4 o 5 años hasta más de 70 años de edad. Algunos llevan toda la vida con nosotros. El club tuvo la sede en la calle del Príncipe, a donde llegó en el año 59 hasta el 86, y ahí se dio a conocer porque era el núcleo de la sociedad viguesa. Ahora mismo estamos en la calle Brasil con una actividad muy grande.
-¿Estos clubes, que fomenten el cooperativismo, son complicados de mantener en una sociedad mucho más individualizada o centrada en grupos más cerrados?
-Quizá haya más personas con espíritu social del que se ve. Hay un montón de clubes en toda España y el que uno pertenezca a uno de ellos no quiere decir que no se pueda ir con un pequeño grupo, pero un club te da a conocer unos lugares que por ti solo no conocerías y además te permite conocer a muchísima gente con la que compartir numerosos momentos. La gente viene buscando camaradería y sociabilidad, y eso sí que se lo damos.
-Han sido un nexo de unión para muchos vigueses, sobre todo los que descubrieron a amistades con las que compartir afición con este tipo de deporte.
-Ten en cuenta que el club cuando se funda, en 1944, las cuestiones sociales no estaban muy bien vistas y todo estaba muy controlado y no había ni derecho de reunión. Nació con esa fuerza de sociabilizar y muchas personalidades, gente de la cultura, políticos, notarios? fueron los primeros con esas inquietudes por conocer nuevos sitios y pertenecer a una entidad que se saliese de lo establecido. Ahí también tuvimos mucha relación con el Centro Galego de La Habana, de Buenos Aires? Tuvo muchísima fuerza y en aquella época no había estos clubes y heredamos todo aquello. Nos encanta socializar, pasarnos los conocimientos los unos a los otros y eso nos hace muy felices.
-¿En sus salidas, buscan lugares por Vigo y su área o intentan ir más allá?
-Por desgracia en Galicia montaña ya no hay, solo montes bajos. Quitando Pena Trevinca o Ancares, no entras en contacto con la roca o los canales. Nosotros hacemos una actividad al mes en el entorno de por aquí que es más bien de senderismo, porque lo que queda más natural son los bosques de ribera, siguiendo los cursos de los ríos. Luego nos vamos los fines de semana a León, Picos de Europa, Asturias? Nuestro terreno de juego va más por ahí. En verano ya nos vamos a Pirineos, Dolomitas? Aunque podamos irnos solo un fin de semana, lo aprovechamos.
