El segundo fin de semana de julio, marcado de nuevo por las altas temperaturas, ha vuelto a tener sus efectos en las playas de Cangas, en donde el Concello, como medida preventiva del Covid-19 y con el fin de evitar masificaciones que provoquen contagios, ha restringido el acceso rodado (en vehículo) a los arenales con viales locales. Quienes están en contra de la medida dejaron sentir su malestar y todas las señales de prohibido el paso en la parroquia de O Hío -media docena entre Areabrava y Viñó- aparecieron saboteadas, pintadas con spray azul y sellador de espuma. Fue una jornada de afluencia masiva a la playas en la que los controles de la Policía Local detectaron situaciones de picaresca, con muchas autocaravanas en lugares prohibidos, que fueron levantadas; incluso algunas asentadas en "leiraparkings", con toldo, mesa y sillas desplegadas, como si fuera un camping. La picaresca se extiende al hecho de que están apareciendo casos de personas que muestran alquiler de fincas para obtener la tarjeta que da derecho a llegar en coche a la playa.

Desde el Concello y bajo la coordinación de la Policía Local que reforzó su servicio desde ayer con 12 nuevos agentes y que volvió a tener casi colapsada la centralita con llamadas de usuarios pidiendo información sobre el acceso a las playas, se procedió, ya por la mañana, a la limpieza de toda la señalización saboteada que quedó nuevamente operativa a mediodía. Solo se cambió la de Viñó que el Concello optó por retirar, de forma provisional, para verificar el lunes si realmente la carretera es local o provincial. Surgieron dudas después de confirmar que en el vial hay unos carteles que la identifican como carretera de la Diputación, EP-1006, aunque el Concello está convencido de que es local. Pero para curarse en salud ha optado por retirarla y esperar al informe jurídico municipal del lunes.

Esa retirada no implica que la Policía Local multe igualmente los vehículos mal estacionados, no así los que estén sin la obligada tarjeta.

Hay que recordar que el Concello aprobó un reglamento de restricción a las playas rurales durante el verano y de acuerdo a las medidas de prevención del Covid-19 que limita el acceso en vehículo en sus viales locales. Pueden acudir en coche las personas residentes y autorizadas, es decir las que están empadronadas con vehículos registrados en el municipio; y los que tienen tarjeta, personas con primera o segunda residencia que deben solicitarla por cada vehículo no registrado en el municipio; y las personas alojadas en establecimientos hoteleros, pisos o casas de alquiler, que tendrán una tarjeta válida exclusivamente por el tiempo que dure el alojamiento.

Podrán acceder en coche con tarjeta las personas usuarias de servicios de restauración en las zonas afectadas, a las que el establecimiento les extenderá una tarjeta por un día o días de uso del servicio. También pueden acudir en coche quienes tengan propiedades en las zonas afectadas. El reglamento limita a 50 la capacidad máxima de estacionamiento de los "leiraparkings" para evitar la no deseada masificación de las playas canguesas.