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Los pleitos de jornada "a la carta" empiezan a llegar a los juzgados: ya hay fallos favorables

Las salas registraron este año casi 40 demandas de conciliación de la vida familiar y laboral | La adaptación introducida en una reforma legal permite mantener horario y salario íntegros

Los pleitos de jornada "a la carta" empiezan a llegar a los juzgados: ya hay fallos favorables

Un trabajador de una empresa del área viguesa decidió acudir a la vía judicial para tratar de adaptar su jornada laboral. Trabaja en turnos rotatorios semanales de mañana y tarde y quiere cambiar para el de noche. El motivo es el cuidado de sus dos hijos pequeños junto a la imposibilidad de su esposa, por las características de la labor de ésta, de modificar su horario. Sus jefes le denegaron esta posibilidad. Pero, tras el juicio, el titular del Juzgado de lo Social número 2 de Vigo le ha dado la razón, declarando su derecho a pasar al turno nocturno. La petición del demandante es "razonable" y "aquilatada" a su situación familiar y, por el contrario, la empresa no acreditó una "imposibilidad real" de adaptar el horario laboral de este empleado. Además, se une otra cuestión clave, y esa es que dicha sociedad incumplió la "obligación legal" de negociar el cambio solicitado con el trabajador.

Esta sentencia dictada este mes es ejemplo de un tipo de pleito que, tímidamente, empieza a presentarse en los tribunales de lo Social de Vigo El germen está en un cambio legal que entró en vigor en 2019, que introdujo como novedad la posibilidad de solicitar la que se ha bautizado como jornada laboral "a la carta". "Antes de esta reforma los mecanismos existentes para conciliar eran pedir una excedencia o una reducción de jornada", explica Fabián Valero, experto abogado laboralista. Es decir, una reducción total o parcial del horario y, con ello, del salario. Pero el Real Decreto-ley 6/2019 introdujo un importante cambio en el Estatuto de los Trabajadores que se materializa en su artículo 34.8. Y ese es que los trabajadores "tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la duración y distribución de la jornada de trabajo, en la ordenación del tiempo de trabajo y en la forma de prestación, incluido el trabajo a distancia, para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral". Es decir, adaptar el horario a sus necesidades sin tener que reducir jornada ni, por tanto, sueldo. "Las adaptaciones que se pidan deben ser razonables", aclara Valero. Y solo por "razones objetivas" la empresa puede oponerse.

En los juzgados de lo Social de Vigo están viendo como las peticiones de adaptación de jornada empiezan a superar a las de reducción. "La semana pasada celebramos un juicio y esta semana hay otro", dicen en una sala. Aunque las estadísticas judiciales del primer semestre de este 2020 están condicionadas por el parón del Covid-19, lo que indican es que en este período entraron 38 demandas de conciliación de vida familiar y laboral. Parte de ellas son de adaptación y se espera que la cifra crezca. En los despachos de abogados están teniendo bastantes consultas sobre esta cuestión y sobre el trabajo a distancia. "Con el coronavirus mucha gente descubrió las ventajas de trabajar desde casa", explica Fabián Valero, que añade que el fenómeno será mayor cuando esté lista la ley relativa al teletrabajo ahora en fase de anteproyecto.

Un mes de negociación

Un matiz formal clave de las jornadas "a la carta" es fruto también de la reforma de 2019 "Es el otro gran cambio", apunta el abogado vigués. Aunque los términos deben pactarse en una "negociación colectiva", en su ausencia la empresa, tras la solicitud del empleado, debe abrir "un proceso de negociación" con éste "durante un período máximo de 30 días" para intentar, con propuestas y contrapropuestas, llegar a acuerdo. El problema, dicen fuentes judiciales, es que llegan casos en los que no hubo esta negociación: "Y tiene que cumplirse este proceso".

¿Y qué fallan los jueces? Tras la primera sentencia favorable a una trabajadora en Vigo de noviembre de 2019 ya hubo más, como el ejemplo que incluye este artículo. Pero también se dictaron fallos contrarios a adaptar la jornada. "Hay que ver cada caso", resume un magistrado.

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