El Ayuntamiento redoblará su apoyo a los comedores sociales. En un momento de aumento de la demanda alimenticia por parte de muchos ciudadanos damnificados por la crisis del coronavirus, Vigo aumentará en 39.000 euros las partidas que hasta ahora dedicadaba a las entidades que los gestionan. En total destinará 312.000 euros. Dos de los principales comedores sociales de la ciudad, el Comedor de la Esperanza y las Misioneras del Silencio serán los principales beneficiarios del incremento. El primero pasará de recibir 23.000 euros anuales a 46.000; mientras que el segundo, renuente hasta ahora a recibir fondos municipales, dispondrá de 16.000 euros

"Seguiremos apoyando indefinidamente a los comedores sociales con estas cifras", quiso reseñar Abel Caballero. El resto de los recursos se reparten entre otras entidades. Vida Digna percibirá 45.000 euros, La Salta de la Tiera 10.000, Banco de Alimentos 83.000 euros, AFAN 55.000 euros y Fundación Santa Cruz, 57.000 euros. En los últimos días el Ayuntamiento ha modificado también el funcionamiento del servicio de comida a domicilio, extendido durante el estado de alarma para evitar "aglomeraciones" de personas en un mismo comedor. Ahora los beneficiarios tienen que solicitar por antelación su comida, un sistema que Caballero no quiso comparar con una cita sino con una "comunicación previa", a fin de "delimitar los espacios" y prever, en caso de haberlas, las tandas. "En los comedores sociales comerá todo el aquel que quiera con las reglas normales que hubo siempre", precisó.

Por otro lado, el alcalde anunció ayer la condonación del pago de la tasa del agua al pequeño y mediano comercio, a hosteleros y autónomos en los días que se mantuvieron sin actvidad por la pandemia. La iniciativa se suma a otras medidas de "alivio" de la carga fiscal, como el perdón de la tasa de basura, anunciada el lunes, o el aplazamiento en el pago de otros impuestos como IBI o IAE. El Concello será quien abone la parte del recibo del agua, mientras que la Xunta "sigue cobrando" su parte, recordó el jefe del ejecutivo municipal.

En Urbanismo, Caballero aplaudió el aval del Supremo a la urbanización de la colina de Castrelos. Una construcción cuyo derribo habría supuesto "la ruina" de las arcas locales; al igual que otras "bombas de relojería" financiera heredadas de otros ejecutivos, dijo, como una edificación de 150 pisos en Jacinto Benavente, 5 inmuebles en Rosalía de Castro, o los apartamentos turísticos de Samil.