España ha vivido en los últimos días más de setenta rebrotes de coronavirus y solo se han librado, de momento, Asturias, La Rioja, Ceuta y Melilla. En Galicia la Xunta ha cerrado la comarca de A Mariña, en Lugo, ante el repunte de casos. El área sanitaria de Vigo, sin embargo, permanece ajena a todo ello y en la última semana no deja de mejorar en todos los principales indicadores de la pandemia. Hasta el punto de que ayer la Consellería de Sanidade registraba ya solo 61 positivos activos, la mitad que el pasado viernes. El número de personas curadas que le han ganado la batalla al virus además asciende ya a 2.129 y hace casi un mes que no hay que lamentar ninguna muerte causada por el Covid-19.

Esto refleja que, de momento, la epidemia está controlada en el área viguesa, especialmente teniendo en cuenta que se continúan realizando una importante cantidad de pruebas PCR para detectar nuevos casos, pero todos ellos están dando negativo. El test se realiza tanto a personas con síntomas respiratorios y cuadros clínicos compatibles con el Covid-19 como a usuarios y trabajadores de residencias de mayores. Ante la mínima sospecha, se apuesta por realizar la prueba para poder detectar precozmente nuevos positivos y cortar de raíz la transmisión comunitaria del virus.

Los hospitales de la ciudad continúan por tanto sin pacientes con Covid-19 ni en sus plantas ni en las unidades de críticos. Desde que el Cunqueiro dio de alta a su último enfermo, el pasado miércoles, ninguna persona ha tenido que volver a ser ingresada por culpa del coronavirus. Es decir, esas 61 personas que todavía están contagiadas están pasando la enfermedad aisladas en sus propias casas y todas ellas con síntomas leves. El área sanitaria, no obstante, mantiene la alerta para atender posibles rebrotes de la enfermedad. Por eso el hospital Álvaro Cunqueiro tiene reservada una unidad completa de 34 camas de hospitalización en planta destinadas a pacientes con Covid-19 o con sospecha de padecerlo. También cuenta con otras 15 camas reservadas para este fin que estarían disponibles de forma inmediata. Respecto a la UCI, se habilitaría en función de las necesidades y se empezaría por dos boxes que se utilizan poco. El sistema sanitario vigués por tanto está preparado y el Sergas defiende que hay recursos materiales y humanos suficientes para atender nuevos casos.

"Nos mantenemos en alerta", defienden desde la dirección Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). Esa alerta no se ha aumentado a causa del rebrote visto en A Mariña estos días, sino que es la misma que se viene manteniendo desde la reducción de la presión asistencial sobre el sistema sanitario vigués, aunque incrementando al máximo las medidas de prevención.

Si aparecen personas con síntomas, las dos principales vías por las que pueden llegar al sistema sanitario están engrasadas para una respuesta ágil. Los médicos de familia piden pruebas diagnósticas que se realizan en menos de 24 horas. Tanto los centros de salud como el Punto de Atención Continuada (PAC) y el servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro mantienen en circuitos separados la atención a pacientes respiratorios -a los que atienden como positivos hasta que se demuestre lo contrario- y la del resto. En caso de detectarse un positivo, inmediatamente se activa un protocolo para detectar las personas con las que estuvo en contacto en las últimas dos semanas el paciente contagiado para tomar las medidas oportunas y evitar que se propague el virus.

Al igual que la mayoría de España, Vigo vivió a comienzos de abril los momentos más duros de la pandemia. Pero a diferencia de otras zonas como Madrid o Cataluña, los servicios sanitarios no se llegaron a saturar y no se cumplieron las previsiones más negativas. Por eso tampoco fue necesaria la apertura de un hospital de campaña en el Ifevi, y finalmente el Cunqueiro pudo atender a todas las personas con Covid-19. La atención al coronavirus se centralizó por tanto en el centro sanitario de Beade, manteniendo el Meixoeiro para el ingreso de pacientes con otro tipo de patologías.

Respecto a las residencias de mayores, donde estuvieron los mayores focos de contagio en los momentos más duros de la pandemia, hace ya más de un mes, concretamente desde el 30 de mayo, que no tienen a ningún usuario con Covid-19- Todos los geriátricos se mantienen libres del virus desde entonces y no han vuelto a registrar nuevos contagios, tampoco entre sus trabajadores, que se han ido reincorporando de forma progresiva a sus puestos de trabajo una vez se confirmaba su negativo en las PCR. Ahora, con importantes medidas de prevención para evitar infecciones en empleados y ancianos, las residencias han ido recuperando la normalidad, permitiendo actividades en grupos reducidos de sus mayores y también las visitas de los familiares.