¿Se dispararán los divorcios a raíz del confinamiento? ¿Ha sido el encierro y las largas horas juntos una prueba de fuego para las parejas? Quizá todavía es pronto para saber si la excepcional situación generada por el coronavirus derivará en más rupturas matrimoniales, pero lo cierto es que, por ahora, las estadísticas reflejan todo lo contrario. Porque entre enero y junio en los juzgados de Familia de Vigo entraron 369 casos de esta materia (divorcios, separaciones y rupturas de parejas de hecho con hijos menores), un 30% menos de los casi 530 que ya se habían registrado en el mismo período de 2019.
A la espera de si en los próximos meses crecen (o no) las rupturas, otro tipo de asunto que llevan los jueces de Familia y que, en este caso lógicamente, también disminuyó fue el del control de ingresos en residencias de la tercera edad, centros que pasaron momentos delicados por el virus, lo que frenó la entrada de nuevos residentes. La caída fue de un 42% al entrar solo 81 expedientes. Lo que aumentaron fueron las órdenes de internamientos psiquiátricos, que se están haciendo desde el juzgado por videoconferencia. Hubo 359 desde enero.
