El presidente de la Xunta y candidato a la reelección por el PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, dibuja la cita electoral del próximo 12 de julio como una "encrucijada" en la que los gallegos deberán responder en las urnas a tres preguntas: "qué quieren: ¿estabilidad o inestabilidad?, ¿certezas o incertezas?, ¿confianza o inexperiencia?". En un almuerzo en Vigo en el Círculo de Empresarios, el aspirante popular instó a los votantes a elegir el "camino adecuado" y se erigió en la única opción que podrá dar estabilidad a Galicia ante el desafío económico y social que tiene ante sí como consecuencia del formidable impacto de la pandemia. "Soy un experto en gestionar periodos de vacas flacas; espero que los gallegos cuenten conmigo y me den su apoyo para gestionar los próximos cuatro años", resumió.

La intervención de Núñez Feijóo, salpicada de datos económicos sobre empleo, inversión, deuda pública o exportaciones que utilizó para avalar su gestión -no sólo en sus últimos cuatro años sino durante sus tres legislaturas en el gobierno gallego- giró en torno a la idea de que la comunidad necesita un rumbo firme, articulado en un programa electoral, y un liderazgo claro en estos tiempos convulsos derivados del coronavirus.

El candidato del PPdeG lamentó que en Galicia, y por extensión en la política española, "hoy sólo hay una estabilidad" frente a las "dos estabilidades" que durante décadas marcaron la vida pública, con el PP y el PSOE, alternancia que, en sus palabras, se tradujo en "los mejores 40 años de la historia de España". "En estos momentos sólo el PP es el partido capaz de dar respuesta a qué se quiere hacer, cómo y con qué", aseguró. Porque a su criterio "ninguna fuerza salvo la nuestra puede decir cuál es su programa y cuáles serán las políticas que aplicaría". Frente a una coalición de "diez partidos", condicionados por diferentes intereses, el aspirante popular recuperó una de sus frases más recurrentes en las últimas semanas: "Yo no soy rehén de ningún partido, y mucho menos de los minoritarios".

Feijóo se retrató ante una nutrida representación de empresarios y cargos del PP y de la Xunta -como el conselleiro José González; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices; la número dos por Pontevedra, Corina Porro; el presidente del Puerto, Enrique López Veiga; el portavoz del PP en Vigo, Alfonso Marnotes; o Teresa Egerique- como un líder que está en la política para sumar y construir frente a una oposición -que no citó por nombres propios ni por las siglas de sus partidos- a la que sólo le une un propósito: "Derrotar a Feijóo, ¿pero luego qué? Y esto no siquiera lo plantean como un medio, sino como un fin absoluto y obsesivo". Les afeó su planteamiento para recordarles que "Feijóo es accidental; lo sustancial es el modelo de convivencia que hemos puesto en práctica en Galicia, un modelo que es lo que en realidad quieren combatir".

Ese modelo, en palabras del ponente, se resume en "un galleguismo cordial, fraternal, el propio de una nacionalidad histórica y actual, con una personalidad propia que forma parte de España y de Europa". Un galleguismo que confrontó a los proyectos de la oposición que identificó, con "el nacionalismo fracasado" y "el nuevo centralismo". "Nosotros apostamos por una Galicia en absoluto inmóvil, sino dinámica y en cambio y evolución". El presidente gallego defendió, como hizo el lunes en el debate electoral, el valor de la estabilidad. "Sin ella es imposible avanzar", reiteró. Y cargó contra la idea del cambio de sus rivales políticos. "Un cambio que sólo es ruido y agitación".

A juicio de Feijóo, la estabilidad de la comunidad en los últimos 12 años -los que coinciden con sus mandatos- se tradujo en una drástica reducción de impuestos, un recorte de la deuda pública, un aumento de inversión pública, en sanidad, políticas sociales e infraestructuras, un crecimiento sostenido del PIB gallego, récords de exportaciones, caída del paro y en una recuperación de la población. Desgranó los logros de las políticas de su gobierno en diferentes sectores -naval, automoción, lácteo, forestal, conservero?-, que ve fruto de esa estabilidad: "No conozco a ningún país con inestabilidad que le vaya bien".

Proyectos "con experiencia"

Y, al final de su intervención, citó el Hospital Álvaro Cunqueiro -"uno de los mejores de Europa"-, la construcción de la Ciudad de la Justicia, la depuradora, nuevos centros de salud, la ampliación del Ifevi -que se comprometió a impulsar una tercera- o la recuperación de la ETEA como otros hitos de su gestión en Vigo. En una rueda de prensa previa al almuerzo y coloquio con los empresarios ahondó en que sin el Cunqueiro hubiese sido "imposible" hacer frente al Covid-19.

Lo que se juega Galicia el 12-J es, concluyó, apostar por la experiencia en la gestión y la solidez frente a otras formaciones que sólo añadirían "factores de riesgo", oposición que retrató como "minifundismo político", a su juicio la peor opción en un futuro complicado. "Nos esperan años de dificultades, al menos un año y medio con mascarilla, es decir sin vacuna; necesitamos más que nunca proyectos serios, estables y con experiencia", sentenció.