Los comicios autonómicos del próximo 12 de julio serán recordados por haberse celebrado con un protagonista especial, el coronavirus, que se ha introducido de lleno en todos los sectores económicos y que, ahora, ya metidos en la famosa nueva normalidad, sigue provocando consecuencias y alterando los planes.

Y es que se han aceptado los motivos presentados por 158 personas llamadas a las mesas para renunciar a ejercer las funciones por las que están convocados en la cita democrática de la comunidad gallega. Una coyuntura que no se recuerda. Y se espera que esta cifra engorde en estos días.

Fuentes judiciales argumentan que, si bien en todas las convocatorias suele ser habitual la presentación de excusas por parte de los seleccionados para estar en las mesas electorales, este año, la cifra ha sido superior por el miedo al coronavirus. Numerosas personas están alegando que tienen patologías que les hacen tener más riesgo ante el Covid-19, como que son hipertensos o diabéticos. Sin embargo, aclaran las fuentes, salvo que haya un certificado médico que acredite la enfermedad que tiene esa persona y que, por causa del coronavirus, no es aconsejable que esté en una mesa electoral el próximo domingo 12 de julio, estos motivos no se están aceptando.

Esta situación ha sido abordada por la junta electoral en un pleno extraordinario. La previsión de que la cifra de renuncias aumente hace que se tenga que buscar un sistema alternativo que evite la celebración de más citas de este tipo en un contexto determinado por la presencia del coronavirus, que marcará la jornada electoral en la que los gallegos decidirán el rumbo de la Xunta.

"Siempre ha habido muchas excusas", afirman las fuentes consultadas. Este año, han aumentado y, lógicamente, muchas de ellas tienen que ver con la crisis sanitaria del coronavirus. No hay apenas de otras tipologías que eran muy frecuentes en anteriores comicios: por ejemplo, los que alegaban que estaban de viaje y lo justificaban con un billete de avión, o que tenían una boda, comunión o algún otro evento. El desplome de celebraciones y de viajes a causa del Covid-19 explica este panorama tan singular.