Atribuye los resultados al "desarrollo natural" de la Facultad de Ciencias del Mar y del trabajo de sus investigadores desde los 90. La creación de la Ecimat en 2006 y los proyectos ligados a la estación y al CIM "impulsaron" sus estudios: "Es un soporte muy adecuado y nos ha permitido acceder a proyectos autonómicos, nacionales y transfronterizos, y crear una red. Y esto ha redundado en publicaciones en revistas de alto nivel".

La ubicación es otro de los factores que explican que los estudios de la UVigo sean una referencia en el resto del mundo. "La oceanografía en Galicia es bastante peculiar. Las rías y su interacción con el medio dan mucho juego y hemos sabido aprender de científicos foráneos y poner en valor nuestros trabajos sobre el afloramiento. Y también hemos sido capaces de asociarnos con otras instituciones como IEO, CSIC o lntecmar para pedir proyectos más grandes", destaca.

Rosón fue uno de los impulsores del máster en Oceanografía que desde hace años Vigo comparte con Cádiz y Las Palmas y que reúne cada curso a unos 30-40 alumnos. Surgió en el marco de la convocatoria nacional de excelencia y del Campus del Mar, sobre cuyo proyecto para la ETEA se muestra escéptico. "Ha quedado la interacción entre instituciones, pero soy pesimista sobre todo ahora que los fondos se distribuirán de otra forma por el Covid", comenta.