El edificio contaba con dos plantas y fue reformado por el propio Jenaro de la Fuente en 1915 para sumarle un tercer piso. En 1932, Antonio de Cominges le añadió la cuarta planta. Las modificaciones posteriores en los bajos desvirtuaron la imagen original que la rehabilitación tratará de recobrar. Además se recuperará el artesonado y las molduras de los techos, además de la forja y las puertas.