El Consello de la Xunta aprobó ayer el Plan de Salud Mental de Galicia Postcovid-19, con un presupuesto de 83 millones de euros y 241 nuevas plazas sanitarias y que estará orientado a incrementar el número de profesionales y dispositivos asistenciales, desarrollar programas para la recuperación de las personas con trastorno mental severo y fomentar la investigación en estas patologías.

El plan recoge la creación de nuevos dispositivos asistenciales localizados en centros de especialidades, en hospitales y centros de salud. De esta forma, la Xunta impulsará en Vigo dos nuevas unidades de salud mental de adultos y otra de hospitalización para niños y adolescentes que estará ubicada en el Álvaro Cunqueiro y que será referencia para la zona sur de Galicia. Vigo y A Coruña también contarán con una unidad ambulatoria de salud mental para niños y jóvenes y se reforzará la de Santiago.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció además que se incrementarán las plazas de hospitalización de agudos y aquellas destinadas a la rehabilitación de personas con trastorno mental grave. De esta forma, se crearán en Vigo veinte vacantes de rehabilitación psiquiátrica hospitalaria para toda la provincia y otras tantas en Santiago.

El plan, que plantea nuevas unidades de salud mental y plazas en toda Galicia es, en palabras de Feijóo, "el mayor que se ha hecho desde la transferencia del Servicio Galego de Saúde (Sergas), con un potente impacto en lo que se refiere a recursos humanos". Con este objetivo, el presidente autonómico avanzó que se trabajará en la atención al trauma, al dolor y a la depresión; en la asistencia a los mayores y personas ingresadas en centros sociosanitarios; en impulsar la teleasistencia como herramienta de apoyo a las consultas presenciales; en favorecer el apoyo a los profesionales sanitarios en primera línea frente al coronavirus; y en promover el fortalecimiento de los programas de prevención del suicidio.

Feijóo también destacó la decisión de reforzar el acuerdo de medidas de prevención para hacer frente a la pandemia. Así, se reforzará la obligatoriedad del uso de mascarilla, se incide en la necesidad de que las personas sintomáticas comuniquen su situación y se reforzarán los mecanismos de control y seguimiento ante posibles casos positivos. También se permite la progresiva apertura de los locales de ocio nocturno a partir del 1 de julio, con dos tercios del aforo máximo en discotecas, el uso obligatorio de mascarillas y un sistema de registro en el acceso para poder localizar a los asistentes en caso de producirse un brote.