Los pescadores y miembros de la Cofradía de Vigo recuperarán las instalaciones de su lonja en Canido cuando se cumple año y medio del derrumbe de parte del techo de una de sus estancias pocas horas antes del comienzo de la actividad. Portos de Galicia ya redactó el proyecto definitivo de esta nueva edificación, que tendrá una única altura y unas características "integradas en el entorno".

A falta de un trámite para la licitación de las obras y la puesta en marcha del proyecto, éste prevé iniciarse "antes de agosto", para que el próximo verano esté operativo. "Confiamos en que en un añito podemos ya contar con estas instalaciones, serán nueve meses de obra pero beneficiará a toda la pesca", explica el presidente del cabildo, Iago Soto.

El diseño de esta lonja se demoró durante meses para intentar reunir todos los requisitos que solicitaba la cofradía. Y es que diariamente o de firma habitual operaban en ella cerca de medio centenar de pescadores así como asociaciones de pescadores deportivos o buceadores. "En general se atiende a lo que se reclamaba. Quizás tenemos un poco menos de terreno pero creemos que con los nuevos diseños y nuevos materiales salimos ganando. Además ahora organizamos la rampa de acceso, que es zona común y estaba un poco desorganizado.

Revitalizamos un poco todo eso, volver a la actividad que había antes y que el edificio sirva para nuevas necesidades. La Asociación de Pescadores Deportivos ahora tienen un espacio más digno, con una sala de reuniones y un baño, algo que reclamaban desde hace tiempo. Todos ganamos en operativa", explica Soto.

El presupuesto para la obra será de 327.000 euros para la construcción de 167 metros cuadrados que acogerá una zona de venta de con cámara frigorífica y zona de lavado que contará con un porche para facilitar las descargas; oficinas para la asociación, otra para la cofradía de Pescadores así como una vestuarios femeninos y masculinos.

El informe del Colegio de Arquitectos precisaba que las causas del desplome parcial de la cubierta fue la corrosión de la estructura al excederse la vida útil de los materiales. El departamento autonómico precisó entonces que se demolería la estructura de la lonja afectada por el desplome del tejado, dejando la otra parte intacta al no sufrir daño alguno por ser más nueva.

Desde entonces, la venta del pescado ha estado paraliza en el puerto de Canido, obligando a su desembarco en el puerto de Vigo o a un cambio en su actividad. "Los barcos que vendían pescado allí o se han pasado al Puerto de Vigo o, por ejemplo, en lugar de ir a por pescado van a por pulpo, por lo que han cambiado de arte. Los buceadores se apañan como pueden y se han cambiado de puerto base€ Esta situación perjudica a la cofradía porque antes prestaba ese servicio y ahora esa gente tiene que buscar otras alternativas en las lonjas tradicionales, donde la pesca artesanal se diluye y no se diferencia del resto. Requiere un trabajo en peores condiciones porque tienes que preparar los lotes en el propio barco, por ejemplo. O el marisqueo a pie, donde tienes que preparar los lotes en la playa, en las rocas€", concluye el presidente de la Cofradía de Pescadores.