- El Concello de Vigo recomienda mantener las distancias de seguridad y caminar por la derecha.

Es el mensaje que emana de la megafonía de Samil: la nueva normalidad ya ha llegado a las playas de Vigonueva normalidadVigo. En el primer día soleado del verano, con máximas de casi 30 grados, los vigueses, con ansias de disfrutar del agua y del ambiente jovial, se decidieron por los arenales para olvidar poco a poco lo peor del estado de alarma, aunque al margen de las restricciones forzadas por la pandemia del Covid-19.

En las más masificadas, Samil y O Vao, ya se han desplegado las cintas del sistema de cuadrículas que ayudará a los usuarios a mantener las distancias interpersonales durante los meses estivales de la era poscoronavirus. Como ocurre en la mayoría de los casos, nos cuesta acostumbrarnos a las novedades. Es lo que se dedujo ayer en los arenales coloreados para determinar los espacios que deben ocupar los visitantes, que todavía no tienen claro cómo funciona este modelo pionero instalado por el Concello de Vigo: las toallas situadas en los pasillos de acceso a la orilla o al paseo -delimitados por el color verde- o las agrupaciones de bañistas en las cuadrículas delataron a los ciudadanos en la primera prueba.

Marcaban los relojes las 18.20 horas cuando Carliana, acompañada de su hija Mariam, abandonaba el arenal de Samil. "Me voy porque se me ha juntado mucha gente, si no, me habría quedado hasta más tarde. No se están respetando los espacios. Veo que, en hora punta, no funciona este sistema", lamentaba.

Diego, tumbado en la playa al lado de su familia, aseguraba que no se entera "demasiado" de cómo va el modelo: "Hemos dejado el coche en el parquin y, hasta aquí, no hemos visto ningún cartel informativo. Las distancias se respetan más o menos, aunque el tema irá a peor si no empieza a haber más control".

En el paseo, Miguel comentaba que no veía "mucho orden", pero que es necesario "darle tiempo". "No se respeta lo que se había dicho; habrá que esperar", destacaba.Sin bocadillo ni cigarrillos

Las playas olívicas en la nueva normalidad no serán ni para bocadillos ni cigarrosnueva normalidad. Ya en la antesala del verano pasado, los vigueses habían confirmado en una votación online en la web del Concelloonline que estaban a favor de restringir el tabaco. La cuestión de la comida Juan, que caminaba ayer por Samil, relataba que, si es para favorecer la rotación de los bañistas, "está bien". "Me parece muy fuerte. Para eso, que nos prohíban ir a las playas", apuntaba Matilde. En la misma línea se mostraba Alejandra: "Creo que comer aquí no afecta a la propagación del Covid-19".

El portavoz del BNG, Xabier Pérez Igrexas, avanzó que la formación preguntará en la comisión informativa de medio ambiente "cuál es la base científica" que justifica esta decisión "tan sorprendente" de prohibir la comida en los arenales.