Carlos E. Gunche, presidente del Consejo de Administración de Tranvías de Vigo, presentó en el Ministerio de Fomento el proyecto para la construcción de un tranvía que uniría la ciudad con Baiona. El amplio documento incluía todos los detalles, como las necesarias expropiaciones que se debían realizar para colocar las vías, las estaciones que se construirían y también el plan de viabilidad económica. Desde todas las entidades viguesas se consideraba como muy interesante para el desarrollo económico de la zona. Disponer de la autorización del Ministerio de Fomento era el primer paso para iniciar las obras de un proyecto que sería histórico.
Comenzaron a venderse en Vigo las entradas para acudir a presenciar las corridos de toros en Pontevedra. También se podían adquirir los abonos para varios días. El precio era elevado. La compañía de ferrocarril ofrecía horarios especiales para acudir a los espectáculos.
