Operarios municipales iniciarán hoy las tareas de división de los arenales de Samil y O Vao para adaptar estas playas a las medidas de seguridad y distancia física exigidas a consecuencia del Covid-19. Esta parcelación consistirá en la visión del arenal en un millar de cuadrículas limitadas a seis bañistas cada una (ocho, si se trata de personas de la misma familia).

La afluencia máxima en la arena, en consecuencia, superará las 6.000 personas, y se elevará hasta las 15.000 teniendo en cuenta además el paseo y las zonas verdes. Desde el Concello apuntaban a que el número de parcelas puede variar, entre otros motivos, por las restricciones que puedan determinar el mando sanitario, la última recomendación era de metro y medio en lugar de los dos metros habituales. Dentro de cada parcela los bañistas podrán acudir con toalla, tumbona, silla o similar.

La iniciativa de Vigo persigue, por un lado, minimizar el riesgo de contagio la distancia física entre personas pero, también, ofrecer un incentivo al sector turístico para captar el turismo nacional y de proximidad una vez se alcance la "nueva normalidad". La fecha de puesta en marcha del sistema coincide con el despliegue del servicio de socorrismo, operativo hasta el 15 de septiembre.

El Concello también ha previsto zonas específicas en los arenales para las personas con discapacidad, situadas junto a las rampas de acceso a la playa. Este verano se mantendrá de igual modo el dispositivo especial para facilitarles el baño, con ayuda de "sillas híbridas".

Fuera de la playa estrictamente, las zonas circundantes se someterán a cambios. Así, se establecerán dos carriles en los paseos, y los kioscos y terrazas tendrán indicadores en el suelo. Las mesas del merendero de Samil se retirarán para favorecer que los ciudadanos no permanezcan más tiempo del necesario.