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Lo que una el juez, no lo separe el Covid

El Registro Civil oficializó ayer las primeras bodas tras levantarse su suspensión a raíz del virus - Solo podían acceder los novios y los dos testigos - La agenda en verano, completa

Enrique y Elena, a punto de oficializar su relación.

La imagen de decenas de palomas en los accesos al edificio viejo de los juzgados de Vigo volvió a ser una realidad ayer. ¿Qué perseguían? El arroz de los novios. Y es que tras meses suspendidas, las bodas civiles se reactivaron. El Registro Civil celebró ayer un total de 7 enlaces y otros tantos son los que se esperan para la próxima semana. Este juzgado tiene habilitados los miércoles -antes era el martes- y los viernes para la oficialización de estas uniones. Cada jornada pueden acoger un total de siete casamientos, si bien abren la posibilidad de que esta cifra aumente. Y es que a consecuencia de la expansión del Covid-19 y por consiguiente el decreto del Estado de Alarma, este trámite civil se suspendió obligando a todas las parejas con fechas entre el 15 de marzo y el principios de junio a cambiar o alterar sus citas con el altar. "Aunque ahora ya es posible celebrar estas uniones, hemos llamado a las parejas que tenían estas fechas por si querían aplazarlas. Al no estar permitidas las celebraciones posteriores o con mucha gente, queríamos darle la oportunidad de atrasarla ", explican fuentes judiciales. Además, al salón de actos donde la magistrada oficializa estas uniones solo pueden acceder los novios y los dos testigos.

A pesar de estos contratiempos, ayer fueron siete las parejas que prácticamente inauguraron las bodas civiles post-coronavirus. Y lo hicieron felices, con sus más allegados, de gala... y con mascarilla. "No es el maquillaje perfecto pero sabemos que tenemos que llevarla", comenta Elena, quien tras varios años de relación, ayer se convirtió en la mujer de Enrique. Esta pareja tenía fecha para el 15 de mayo, un mes atrás, pero las circunstancias obligaron a un cambio de fecha. En cuanto fue posible casarse por lo civil, no quisieron esperar más. "Tuvimos que cancelar lo que teníamos y aunque nos fastidia no poder hacer celebración, no queríamos posponerlo más", comenta la ya esposa, minutos antes del enlace frente a las dependencias judiciales.

Tampoco del todo contentos con la situación se mostraban Elena y Jorge, otra de las parejas que ayer contrajeron matrimonio civil. "Se retrasó, pero al ya tener todos los trámites iniciados, decidimos quedarnos con el día. Si fuera una época normal haríamos alto más animado pero ahora tocará un cafecito con los padrinos y poco más", confesaba Elena, quien explicaron que le habrían ofrecido desde el Registro aplazarlo a después del verano pero prefirieron convertirse ya en marido y mujer. "La verdad es que sí es un poquito extraña la situación pero es lo que nos toca y hay que asumirla", comenta, resignado, el novio.

Todo lo contrario fue la reacción de las otra de las pareja que ayer se dio el sí quiero. José y Luisa, que acudieron también acompañados por los dos testigos y su pequeña. "Teníamos la fecha para este día y la verdad es que nunca pensamos en cambiarla", comenta la pareja. Un caso curioso lo protagonizaron Vicente y Teresa. Veían que la fecha de su boda civil se aproximada y continuaba el estado de alarma, lo que puso en jaque su decisión de casarse. Tuvimos muchas dudas de si podríamos celebrarlo o no por las fechas, pero en vista de que ya se podía no lo dudamos y dijimos, vamos a hacer el trámite y listo", comenta este matrimonio, que acudió hasta el juzgado sin contarles nada a su familia ni amigos.

Por la contra, hasta el enlace de Sonia y Ramón sí se acercaron muchos de sus familiares más cercanos y amigos para acompañar a la pareja en uno de sus días más especiales. Ambos también tenían esta fecha desde un principio y no fue necesario un cambio. "Claro que fastidia que no podamos hacer una celebración después. Nos preguntaron si nos interesaba para agosto pero preferimos mantenerlo porque así ya es un trámite que nos quitamos", comenta Rubén.

La elección de las fechas de boda se va complicando más ya que desde el Registro Civil cuentan que la agenda para los meses de verano está prácticamente completa. "Es lo habitual en estas fechas, y más este año que hubo que mover a muchas parejas, pero lo cierto el grueso de enlaces se centra en los meses estivales", amplían fuentes judiciales.

La situación de las bodas civiles dista de las religiosas, donde buena parte de las parroquias tuvieron que anular o aplazar estos matrimonios ante la imposibilidad de que todos los invitados pudieran acudir al recinto religioso y tampoco a una posterior fiesta nupcial.

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