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El bum de las casas con ruedas

La compra y alquiler de autocaravanas resurge con fuerza: "Estamos a tope" | Arrendar en temporada alta, entre 140 y 170 euros al día

Un parking privado de autocaravanas en Vigo. // Marta G, Brea

La lucha sin cuartel contra el coronavirus, cuarentena mediante, se produjo en el momento más inoportuno para los alojamientos turísticos. En marzo, abril y mayo: los meses en que las familias suelen planear sus vacaciones de verano. Y lo mismo ha ocurrido con las autocaravanas, subidas a su propia ola en los últimos año. Cuando las ventas y las reservas para alquiler debían desbocarse, el Covid-19 fue un traspié que ahora buscan dejar atrás, en una remontada, en vista de las llamadas recibidas, esperanzadora. Empresas del sector reconocen que el interés por estas casas "rodantes", pero bien equipadas, ha resucitado con fuerza, ayudado también por las ansias de libertad y temor a las aglomeraciones que ha dejado tras de sí la pandemia.

A estas alturas ya teníamos este nivel de trabajo, pero lo que sorprende es que quizá esperábamos una recuperación más lenta. Fue casi como un interruptor", cuenta Jacobo González, director gerente de Caracol Park. La enfermedad apagó la demanda; la desescalada la ha encendido. "A tope de trabajo", con julio y agosto casi sin vehículos disponibles, en Caracol Park acreditan la aparición de un nuevo cliente. Grupos que "nunca se había planteado viajar de esta manera, y ahora sí". "El sector está muy de moda, encaja con cómo vemos los españoles el tiempo libre, pero luego además este Covid añade un punto más a favor", cuenta.

José Antonio Rodríguez, de Autocaravanas Vigo, suele colgar el cartel de completo para el verano ya desde el mes de enero, pero el virus "ralentizó las cosas". En estas últimas semanas, a raíz del levantamiento a las restricciones a la movilidad interprovincial, ha recibido igualmente "muchas llamadas". "Si no alquilamos, entonces tenemos que cerrar las puertas. Nuestro punto fuerte es el verano". Dentro de ese interés están también los nuevos perfiles que quieren sumarse a la tendencia del alojamiento, si bien reconoce que no siempre ven asequible el precio.

Un autocaravana "es libertad". "Con ellas sales y paras donde a ti te apetezca", reivindica Rodríguez. Y esto tiene una tarifa: alquilar una en temporada alta ronda entre 140 y 170 euros al día. Hay modelos que incluyen televisión, GPS, neveras con capacidad para 150 litros, maleteros para motos, toldos o incluso placas solares; sin contar el menaje y la ropa doméstica que suelen proporcionar las empresas. Equipamiento que, según Alexandre Sande, de Van & Fun, puede convencer a un golpe de vista. "El 80% de la gente que viene por aquí a verlas las alquila: no es lo mismo lo que te dicen por ahí a verlas en persona". Sande reconoce las reticencias de clientes a abonar 170 euros al día, pero al mismo tiempo compara el gasto con un hotel. "Aquí puedes desayunar, comer y cenar, y en un hotel lo tienes que hacer fuera. Y pueden caber seis personas: eso en un hotel cuesta mucho dinero".

En su caso, ya tiene 150 reservas cerradas para alguno de sus diez vehículos -seis recién comprados- y también alguna venta: la semana pasada entregó una con dos años por 40.000 euros. La misma, nueva, puede oscilar los 55.00 euros.

Isaac Fernández, al frente de Isaac Export, negocio de importación, asegura que las más operaciones más frecuentes se cierran "entre los 21.000 y 26.000 euros" y reconoce que "se vendieron muchísimas en estas dos semanas". Entre las que tenía en stock y la media docena de importación que traerá desde Italia, vía Barcelona, estima que ha vendido ya una quincena. "Aquí todos los días viene gente a verlas, y desde que abrimos, lo que teníamos se vendió". En la cuarentena, sin embargo, se le aparecieron los fantasmas de otras crisis. "Me pase dos meses encerrado y pensé: esto se acabó", sentencia.

Sin parque en Vigo

Una queja generalizada en el sector es la falta de parques adaptados -para el vaciado de los depósitos, por ejemplo-, tras la cual todavía creen que está el estigma de un turismo de baja categoría. "Algunos piensan que al entrar un caravana entra un OVNI. Y son familias que consumen", lamenta Isaac Fernández. En Vigo todavía no existe ningún área específica para los vehículos, al contrario que en otros concellos del entorno o Portugal. Al otro lado de la raia, expresa José Antonio Rodríguez, "nos llevan cien años luz". Él mismo ha habilitado un parking propio junto a la ETEA con enganche a la electricidad y zona para limpiar los depósitos.

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