La pandemia pilló al Real Club Náutico de Vigo en un momento crucial para su futuro. Después de tres años y medio en concurso de acreedores, tenía fijada la fecha para firmar la salida el 25 de marzo. Once días antes, todo se desbarató con el decreto del estado de alarma. Ahora deberán volver a revisar sus cuentas para adaptarlas a la nueva realidad y cerrar nuevos acuerdos con sus acreedores. Pero su presidente, José Antonio Portela, es optimista al ver buena predisposición por parte del mayor de ellos, Abanca. Espera salir de la antigua suspensión de pagos en octubre.
-¿Cómo ha afectado el Covid a la planificación económica que tenían para la salida del concurso?
-De una manera extraña. Todas las previsiones que teníamos de plan de viabilidad, nos las ha roto. Por un lado, nos ha restringido gastos al estar en ERTE. Pero, por otro, todo lo que es hostelería, puertos, entrenamientos, cursos, campus? son ingresos que hemos dejado de tener. No nos ha ido mal porque seguimos cobrando las cuotas. El miedo no está tanto en lo que ha pasado en estos tres meses, sino en lo que puede pasar en los próximos seis. ¿La gente va a reaccionar para cursos, entrenamientos, hostelería, fiestas?? Esa es la pregunta.
- ¿Y qué pasa con la firma para la salida del concurso? La última fecha fijada por el juez era el 25 de marzo.
-Con el tema del coronavirus, quedaron cerrados los juzgados y ha quedado aplazada. Estamos negociando para ver si lo podemos hacer al final del verano. En octubre.
- Hasta octubre, ¿deben preparar una nueva propuesta?
-Exacto, porque nosotros teníamos un acuerdo hecho, un plan de viabilidad con Abanca en aquel momento y en aquellas condiciones. Todo esto nos ha transformado las condiciones. Tendremos que volver a negociar unas nuevas, pero hay una magnífica predisposición por parte de Abanca hacia el Náutico para llegar a un acuerdo.
- ¿Sigue siendo optimista sobre la salida del concurso de acreedores?
-Por sistema de vida soy optimista, pero a su vez, realista. El planteamiento que ha hecho el Náutico es tremendamente realista. Se está gestionando con dos premisas: no gastes más de lo que ingresas y sentidiño y gestiona como una empresa. Por parte de la junta directiva tiene que haber una gestión profesional. Estamos equilibrando mucho. Lo fundamental es que no podemos bajar la calidad ni el mantenimiento de las instalaciones. No pueden deteriorarse. Hemos aprovechado estos tres meses de parón, como los marineros sí estaban en servicio, para mantenimiento. A partir de ahí, es cuestión de aprovechar todos los recursos. Hay que darle un aliciente al socio, que está pagando una cuota, para que diga que es un dinero bien invertido y que tiene muchas posibilidades.
- Entonces, sí que cree que podrán firmar en octubre, ¿no?
-Sin duda. Sigo siendo optimista por la predisposición de ambas partes. Abanca ha entendido nuestro problema y nosotros hemos entendido las circunstancias en las que estamos. Sé que se va a firmar en unas condiciones buenas para ambas partes.
- Tras la quita, la deuda se situaba en 3,1 millones. ¿Sigue en ese nivel?
-No ha variado. No hemos tenido nuevos ingresos, pero tampoco gastos. Hemos estado en un compás de espera. El miedo es lo que va a pasar, esa recesión que habrá en el país y cómo puede repercutir. Por ahora, los socios se han mantenido. Ha habido una magnífica comprensión. Pero, ¿qué va a pasar en 6 meses?
- Esperaban ingresar unos 67.000 euros por patrocinios. ¿Cree que se podrán mantener?
-Esa es una de las dudas. Habrá patrocinios que se caerán, por las fechas o porque no se puedan realizar con las nuevas condiciones. Los dos grandes eventos con dos grandes patrocinadores se mantienen: la Regatas Rías Baixas, con Maeloc, y la Semana del Atlántico, con Pescanova. La regata se celebrará en agosto y puede ser un grandísimo éxito porque habrá muchas que no se celebren y las tripulaciones están deseando competir.
- Lo que sí han suspendido es la Semana de Waterpolo y se ha retrasado el Campeonato del Mundo de Vaurien hasta 2022. ¿Qué supone?
-No tiene mucha influencia. Es más un tema de imagen el no poder realizar un evento tan importante como es el campeonato sur de Europa de Snipe o el del Mundo de Vaurien. Pero económicamente no nos influye.
- ¿Qué esperan del apoyo ahora de empresas o instituciones?
-Al estar en concurso no pudimos acceder a todas esas ayudas del Gobierno. Nos vimos totalmente perjudicados en ese aspecto. De haber firmado el 25 de marzo, todas esas subvenciones las podíamos haber cogido y se han perdido.
- Están en un ERTE. ¿Qué planes tienen con la plantilla?
-Al principio, se fue casi toda al ERTE. A partir del 25 de mayo, que empezó a abrir el club, entraron cocina, mantenimiento, limpieza... Hay una tercera fase con los monitores de los entrenamientos o los campus, que estamos gestionando para julio y agosto, y aún no se han incorporado. Lo harán según lo que dicte el Gobierno. Calculamos que sería para mediados de junio ya.
-Así que la temporada estival espera que esté a pleno rendimiento.
-Sin duda.
