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La ETEA languidece a la espera de su gran ciudad del mar

El proyecto de reunir a la élite ciéntifica de Vigo en la antigua escuela de la Armada sigue sin materializarse 18 años después de su cierre

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La ETEA, 18 años de larga espera

Galicia cuenta con muy pocas zonas en su costa con las condiciones ideales para que la élite científica marina desentrañe los secretos de este medio. Una es la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA), ubicada en un privilegiado emplazamiento lindante con la ría de Vigo. Pero 18 años después de que los militares celebrasen el último izado de bandera en la Plaza de Armas, y por muchas "novias" que le han salido, el recinto sigue prácticamente igual que cuando aquel solemne acto castrense. Igual no. Peor. De tanto tiempo sin mantenimiento, sus edificios han perdido su imponente imagen. Su aspecto decadente nada tiene que ver con lo que antaño representaban. A quienes hicieron allí la mili, nostálgicos como los afiliados a la asociación Marinetea, siempre les entusiasmó que la escuela conservarse viva su transcendencia histórica con su conversión en un campus del mar con todas las instituciones dispersas por la urbe dedicadas allí juntas a la investigación marina: la Universidad de Vigo, el Centro Oceanográfico o el Instituto de Investigaciones Marinas dependiente del CSIC. A creer en esta ambiciosa ciudad del mar contribuyó,y lo sigue haciendo, una extensa lista de anuncios, compromisos y proyectos lanzados en estas casi dos décadas por gobiernos de todos los colores políticos. Pero por ahora ninguno ha acabado de prosperar definitivamente. La ETEA sigue vacía.

Fue en 2002 cuando la ETEA, creada en 1939, echaba el cierre. Inmediatamente empezaron a barajarse usos para esos 115.000 metros cuadrados que albergaban 28 edificios. Imposible resumir las propuestas, pero ya en esa época inicial surgió la idea que hoy se sigue proyectando para el enclave de Teis. Ese entorno era una "buena oportunidad" de ejecutar un gran campus del mar. Así textualmente lo expuso el entonces director del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), Antonio Figueras, en un artículo de opinión.

Y esa idea cuajaba. Tanto que el CSIC formalizó la propuesta. Y más de una vez. Pero aún hubo que esperar. Tras la desafección de los terrenos, el Ministerio de Defensa se los acabó vendiendo por casi 30 millones de euros a Zona Franca. La ETEA era un diamante en "bruto" y el concurso convocado lo acabaría ganando en 2004 el arquitecto César Portela, que perfiló para el recinto un complejo residencial, comercial y deportivo con un hotel parador o un enorme puerto deportivo.

Un polémico plan que acabaría en un cajón y que durante un tiempo convivió con el que fue el verdadero germen del campus científico y tecnológico de referencia internacional en investigación marina que en la actualidad se sigue proyectando para el viejo cuartel: la Ciudad del Mar que anunció en 2005, con el apoyo del Gobierno central, el entonces presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño. Parecía algo sólido y se esperaba que fuese una realidad en 2009. Supondría una inversión pública de 130 millones para levantar cinco centros de investigación marina y una base de buques oceanográficos.

Quince años después del anuncio de ese gran complejo, la ETEA, más allá de los espacios acondicionados para el disfrute de los vecinos, sigue abandonada. Pero no se cejó en el empeño. Con la creación del Campus de Excelencia Internacional -Campus do Mar en 2010 bajo el liderazgo de la Universidad de Vigo, lejos de caer en el desánimo, se afianzó la aspiración de ocupar el terreno de la desaparecida escuela militar.

Planes

Y así seguimos. Los planes para la ETEA continúan siendo muy parecidos a aquella ciudad del mar que prometió Touriño. ¿Y en qué fase están a día de hoy? La Xunta asegura que el actual Plan sectorial del Campus Científico Tecnológico del Mar en la ETEA aprobado en 2012 es un "proyecto de calado con el que se busca convertir esta zona en un espacio de referencia internacional en materia de investigación marina". Su desarrollo se articula en seis proyectos sectoriales -en uno se planifica una residencia de mayores-: dos de ellos corresponden a ese área científica-tecnológica y la aprobación definitiva, dice el gobierno autonómico, se prevé para el tercer trimestre de este 2020. Se trata del PS-2 del CSIC. Y el PS-3 de la Universidad de Vigo, donde están dos edificios emblemáticos, el Faraday y el Siemens.

El futuro complejo científico del CSIC en la ETEA triplicará el espacio de su sede de Bouzas y permitirá incrementar su plantilla desde los en torno a 200 investigadores, técnicos y demás trabajadores actuales hasta los 345 en un periodo "de 10 o 15 años". El proyecto permitiría al Instituto de Investigaciones Marinas mudarse desde su actual ubicación, que lleva años quedándose pequeña para los científicos. Antonio Figueras, exdirector de la institución y una de las personas que más luchó por ver una "ambiciosa" ciudad científica del mar en la ETEA, recordaba esta semana "esos años de batalla". "Dentro de un rango razonable recorrimos el litoral y estaba claro que el sitio para hacerlo era la ETEA; nos movimos a todos los niveles para conseguir estar allí, ¿cómo es posible que después de tanto esfuerzo no sea una realidad?", reflexiona.

Para él, la gran oportunidad fue en 2005 y años siguientes, época de "bonanza económica". "Habrá que ver cómo afecta esta última crisis [la del Covid-19] y si se traduce en otro paréntesis eterno", dice, contestando con un "ojalá" a la pregunta de si cree que ese ambicioso campus marino llegará a estar algún día no muy lejano en la ETEA. Eso sí, lamenta que el paso del tiempo haya deteriorado el enclave y sus edificios: "Justo tras el cierre aquello era una maravilla, la Marina cuidó bien sus propiedades; el deterioro actual obligará a obras de más calado que entonces".

El otro pilar de ese campus científico en la vieja escuela es la Universidad de Vigo. Daniel Rey, director del Campus del Mar, ambiciona que definitivamente se le de el "impulso definitivo". "Sería revolucionario y un gran punto de referencia, un núcleo internacional de investigación marina; uno de los proyectos sin duda más importantes de Galicia en la última década", describe. Sobre los planes de la institución académica, adelanta que "necesitan una extensión más grande" de la prevista, aunque "las condiciones y la forma en que se va a hacer" están pendientes de ese gran impulso. Lo ideal sería generar una "conexión" entre la Universidad, el CSIC y el Oceanográfico de cara a la innovación, el desarrollo tecnológico y la investigación. "Las posibilidades son infinitas", concluye.

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