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El confinamiento dispara las intervenciones con menores de familias vulnerables

Realizó 1.206 acciones con 186 familias - El motivo más habitual fueron los conflictos intrafamiliares - 76 niños tienen refuerzo escolar

Alumnos en casa. // Xoán Álvarez

La crisis sanitaria ha sumado nuevas dificultades al saco de preocupaciones de las familias más vulnerables. Si en el hogar, además, residen menores, la situación ha sido aún más delicada. En estos casi tres meses, el Programa socio-educativo. No es un número mayor que en otras épocas, pero lo que sí se ha disparado es la cantidad de intervenciones que han necesitado. Fuentes municipales calculan que, al menos, se han duplicado. El principal motivo han sido los conflictos intrafamiliares, que han estallado con el confinamiento. Les siguen las necesidades de apoyo psicológico y de refuerzo escolar. En este último caso, sobre todo, para evitar la brecha digital

Desde las 186 familias con un total de 564 miembros que el programa tiene en intervención en la actualidad, hubo 129 altas nuevas durante estos últimos tres meses. El 45% de estos hogares son monoparentales -84 con 106 niños- y, en su gran mayoría, de madres solas -77-. Desde el Concello cuentan que se ha puesto especial énfasis en las unidades con menores vulnerables, en las que puedan surgir situaciones de violencia y en las que tengan integrantes más frágiles, como personas con discapacidad, con deterioro cognitivo, consumidoras de sustancias...

El programa siempre ha tenido algo menos de 200 hogares en trabajo activo, que se dan de baja cuando se resuelve un problema, pero pueden volver a darse de alta si surge otro. Lo que ha aumentado ahora es la cantidad de intervenciones que necesita cada una. Han alcanzado las 1.206 acciones.

La mediación familiar para atender conflictos se multiplicó exponencialmente. Según señalan fuentes municipales, fue el trabajo "más intensivo" durante estos meses del estado de alarma. El confinamiento supuso una olla a presión que agravó este tipo de situaciones en dos direcciones: tanto de hijos a padres como de padres a hijos.

Entre ellos, también se incluyen los de índole intercultural, para los que el programa cuenta con una mediadora específica.

El apoyo psicológico fue el segundo tipo de intervención más habitual. El programa trabajó, por ejemplo, con menores con ansiedad al ver la preocupación de sus padres.

El refuerzo escolar y el seguimiento educativo fue el tercer ámbito con más trabajo. Lo recibieron 76 familias. La mayor parte de los casos fueron derivados por los colegios, que detectaban alumnos que no podían seguir las tareas indicadas por los profesores por no disponer de medios tecnológicos o ser estos escasos. Se toparon con niños que solo disponían con el móvil de su madre y datos limitados pata poder hacer los deberes. Así, las concejalías de Política Social y Educación se unieron para suministrar más de medio millar de equipos que se repartieron a través de los centros educativos empezando por los más vulnerables. El programa socio-educativo les facilitó también conexiones y sus educadores formaron a los escolares en habilidades tecnológicas para saber acceder a los documentos. Con ello se abordó la brecha digital para que, cuando vuelvan a las aulas no estén en desventaja.

Fueron los centros educativos, precisamente, los que más derivaciones realizaron. Pero también las recibieron de la Fiscalía de Menores -por situaciones de desamparo de menores porque no se cubrían sus necesidades básicas, por violencia...- y del Servicio de Menores de la Xunta -por niños que ya están siendo tutelados y necesitan diferentes apoyos.

El Centro Municipal de Servicios Sociales de Praza da Princesa fue el que más casos atendió -51 familias-, seguido del de Coia -48-, el de Rivera Atienza -41, el de Teis -28- y el del Ayuntamiento -18-.

El Ayuntamiento destaca que es de los pocos que tiene un programa de infancia y familia "tan potente", con una plantilla grande e interdisciplinar: 2 trabajadoras sociales, 2 psicólogas, 10 educadores familiares, 2 educadoras de calle, 5 educadores sociales, una mediadora intercultural, una auxiliar administrativa y una coordinadora. Cuenta con una partida municipal de 800.000 euros al año. Pero el alcalde, Abel Caballero, destaca: "No habrá ningún límite presupuestario en Política Social".

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