Los centros de salud recuperan ritmo. En algunos, ya se puede solicitar cita presencial. Primaria quiere aprovechar este reseteo La presidenta de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, Susana Aldecoa, pide a los usuarios que, en vez de solicitar directamente ver al médico, llamen a su centro y pasen una pequeña entrevista telefónica para que ellos puedan organizar de mejor manera el trabajo y el paciente vaya por el camino más directo a la atención que necesita, cuando la necesita. Eso sí, la doctora Aldecoa destaca que necesitan más recursos para asumir este nuevo papel clave.
-Todos apuntan a Primaria como pieza fundamental en la desescalada. ¿Está preparada para serlo?
-En la parte de Covid, sí. Afortunadamente, se está llevando bien porque hay poquísimos casos. Si hay repuntes, no veo que tengamos capacidad. Lo tenemos muy organizado, hay una respuesta de PCR inmediata, la vigilancia epidemiológica funciona y estamos haciendo seguimiento. Pero, si hay repunte, supone más actividad y ya estamos con las agendas a tope. Y tenemos que recuperar la actividad paralizada, todos los crónicos y los frágiles. Fuimos haciendo lo que pudimos y telefónico, pero hay que hacer la parte presencial y de visitas. Es retomar lo suspendido, hacer lo del día a día y, a mayores, el seguimiento Covid. Necesitamos refuerzos.
- ¿De cuánto estamos hablando?
-Tenemos otro condicionante: las vacaciones. Por una directriz nueva, tenemos que cogerlas entre junio y septiembre. Ya no teníamos las plantillas completas y ahora se suma esto. ¿Cómo hacerlo? ¿Con prolongaciones? Pues en mi centro no porque es una plantilla ya mayor. Y dicen que no tienen sustitutos. Van a venir más pacientes, como está previsto, y nosotros vamos a ser menos. No va a haber otra opción que generar demora.
- ¿Qué es lo que se están encontrando al retomar el contacto con los pacientes no urgentes?
-Estamos empezando. Lesiones cutáneas, infecciones, alergias... Y en los crónicos nos encontramos que subieron de peso, que tienen dificultades de movilidad, porque el confinamiento bajó mucho la actividad y les está costando arrancar. Tienen dolores musculares, otros de tipo degenerativo, ciertas descompensaciones en hipertensión y diabetes ... Sigue habiendo trastornos de ansiedad y problemas de sueño, aunque ya menos.
- Las urgencias están subiendo bastante en el hospital.
-Las de Primaria están subiendo como la espuma y vienen por patología banal. Hay que tener responsabilidad para saber que con los síntomas leves hay que esperar un poco, tomar las medidas de toda la vida y ver cómo se responde? ¿Por qué no piden una cita normal? Las graves ya venían durante el Covid, pero ahora estamos viendo banales otra vez. Han subido mucho esta semana y, de hecho, tuvimos que cambiar un poco los circuitos porque la persona destinada a ello no daba abasto.
- ¿Con la pandemia no se tomó conciencia de la necesidad de un uso responsable? ¿Solo bajó la demanda por miedo?
-Aún es pronto para decirlo, pero creo que no se aprendió mucho, que fue miedo. Es la primera semana que notamos este aumento. Ojalá hubiera aprendizaje, pero habrá que medirlo.
-Ahora que la población puede pedir citas presenciales, ¿qué es lo que le piden ustedes?
-Que no pida cita presencial, que primero nos llame por teléfono. Con eso nos van a permitir hacer un trabajo más organizado y lógico, bien orientado. Si el que tiene un dolor dental nos lo cuenta por teléfono, ya le vamos a orientar para que lo vea el dentista. O si vienen para un informe que es de trabajo social; o una herida, que es de enfermería; o primero deben hacer un análisis; o solo quieren volver a pedir un volante porque perdieron la cita... Este cribado telefónico incluso pueden hacerlo administrativos y no tiene que demorar la demanda. Si alguien cree que necesita atención, que llame a su centro de salud, no a su médico. Allí le indicarán con qué profesional y en qué momento es mejor.
-¿Qué opinan del plan de desescalada que aprobó el Sergas?
-Si tenemos medios suficientes, es lo que hay que hacer. La preocupación son los medios.
- Con lo que sí ha sido muy crítica Agamfec es con el estudio gallego de seroprevalencia y, en especial, esta segunda parte, que se empezará el lunes. ¿Por qué?
-Ya lo éramos con la primera. Era innecesario porque sabíamos que la prevalencia era bajísima y así se demostró. Si ya lo sabíamos, ¿para que hacer un estudio que también se hacía a nivel nacional? Supuso un esfuerzo muy importante de personal. ¿Y para qué volver a hacerlo para llegar a la misma conclusión? Además, en una investigación tiene que haber un protocolo y no lo conocemos. Hay que reforzar el personal. Como lo hemos hecho con el mismo, hemos tenido que dejar de llamar a nuestros crónicos para preguntar cómo están y priorizar cuáles deben ser vistos. Estamos en desescalada, el trabajo va aumentando y, de repente, vamos a estar sin enfermería. ¿Cómo lo hacemos? En nuestras redes de médicos, se recibió un planteamiento de otras áreas de plantar el estudio y no hacerlo. Creo que no va a ir adelante, pero el cabreo es muy fuerte.
- ¿Qué actividad todavía no han retomado?
-Mucha. Ni espirometrías, que son pruebas de riesgo, ni las citologías. Los odontólogos tienen una recuperación lentísima que va a generar listas de espera interminables. Entre paciente y paciente hay que hacer limpiezas exhaustivas y aún ayer nos redujeron la presencia de limpiadoras, que se había reforzado. Van a ser los más complicados. Las matronas también van con calma. La fisioterapia está dando apoyo a los pacientes Covid, por lo que tienen reducida la presencia y hacen un protocolo nuevo que es casi todo por vía telemática. Siguen suspendidas las actividades grupales y comunitarias como educación maternal, escuela de espalda?
- ¿Qué tal está siendo la labor con las residencias sociosanitarias?
-Es otro problemón que nos tiene preocupadísimos. Se habían montado equipos especiales con contrataciones. Eso se suspende y pasa a ser responsabilidad del médico de Primaria llamar diariamente y hacer seguimiento. Al mínimo síntoma tienes que hacer la PCR, el aislamiento... Una atención que antes no teníamos. Es una sobrecarga y una responsabilidad enorme de la que alertamos, pero no tenemos respuesta.
