Fin a la particular longa noite de pedra vivida por los museos de Vigo a causa del coronavirus. Tras más de dos meses con las persianas bajadas, volvieron ayer a cobrar vida con la visita de los primeros curiosos. El corazón cultural de la ciudad olívica comenzó a latir de nuevo para felicidad de los asiduos, que pudieron comprobar que sus lugares de refugio en la ciudad estaban enclavados en el mismo lugar, pero lucían una piel diferente.

Marián fue testigo de ello. Pasaban casi 30 minutos de las 11.00 cuando, por casualidad, se encontró las puertas del Marco abiertas a su paso por la calle Príncipe. Sin dudarlo, cambió de dirección para subir las escaleras de acceso y disfrutar de las creaciones de Manuel Colmeiro y Yolanda Herranz. "No sabía que retomaba hoy la actividad, ya lo echaba de menos", confesaba. Acude a este museo desde hace muchos años. Cree que su reapertura es tan "necesaria" como la propia cultura. "Supongo que se habrán aplicado todas las medidas de seguridad. Lo veré ahora", apostillaba.

Y así es: con el objetivo de reducir al máximo las posibilidades de contagio, se ha cambiado la puerta de acceso manual por una automática -los trabajos finalizaron a mediodía-, aforo limitado a un tercio, dispensadores de gel hidroalcohólico, flechas para conducir a los visitantes por un circuito de sentido único, uso obligatorio de mascarillas, paneles informativos para reiterar la importancia de mantener una distancia interpersonal de 2 metros, visitas individuales -una sola persona, unidad familiar o convivencia análoga para entrar y usar los ascensores-, prohibición de tocar las obras o elementos en exposición -así como las superficies del mobiliario, vitrinas, peanas o carteles- e inhabilitación de los aparatos de empleo táctil, audioguías y consignas -tampoco están disponibles los folletos o materiales similares-.

Idéntico protocolo para el resto de dependencias municipales que recobraron vida ayer en un escenario de nueva normalidad:nueva normalidad Casa das Artes, Casa Galega da Cultura, Museo Municipal de Castrelos Quiñones de León, Verbum, Pinacoteca Fernández del Riego, Museo Liste Etnográfico y la biblioteca Xosé Neira Vilas, que se suman al Museo do Mar, gestionado por la Xunta de Galicia y abierto la semana pasada.

La asistencia a los museos en el primer día de la era coronavirus fue tímida. La falta del público habitual durante las jornadas matutinas, los escolares, y la continuidad de las exposiciones ya disponibles antes de la pandemia no contribuyeron a llenar las salas de la urbe olívica.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, que asistió a la reapertura del Marco acompañado por el concejal de Cultura, Abel Losada, destacó que este edificio es el "símbolo" de los espacios culturales de Vigo, la urbe "con más museos municipales" de España. "Vigo siempre se ha preocupado de forma importante por los museos", manifestó tras recordar la necesidad de tener en cuenta las distancias de seguridad y el empleo de mascarillas para disfrutar al máximo la oferta museística y, así, cortar las alas al Covid-19.

Gasto contra el coronavirus

El Concello de Vigo ha dedicado un total de 146.919,62 euros a las actuaciones de seguridad y adaptación de las dependencias culturales municipales -museos, bibliotecas y auditorio- a la nueva realidad marcada por la pandemia global del coronavirus. Los trabajos en el Marco han supuesto el mayor gasto: 120.000 euros, a los que se añaden las cifras que reflejan las facturas de la compra de gel y dispensadores, equipos de protección individual (EPI) y material higiénico.