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Los hoteles de Vigo intentan salvar el verano

El sector espera que el grueso de negocios se reactive tras la desescalada, aunque podrían adelantarse de permitirse viajes dentro de Galicia

El hotel Zenit, en pleno centro de Vigo, uno de los que ya ha reabierto sus puertas. // Ricardo Grobas

Pocas certezas en el horizonte y muchas, muchas, incógnitas. Tantas que incluso los hosteleros más bregados en el sector reconocen que actúan casi "a ciegas". Los hoteles de Vigo encaran su verano más complicado por la crisis del Covid-19, un escenario nunca visto que afrontan además sin las herramientas a las que habitualmente recurren cuando quieren saber cómo respirará el mercado turístico.

No tienen apenas reservas. Ni tampoco las sensaciones de Semana Santa, campaña que suele ofrecer un anticipo de por dónde irán los tiros en julio y agosto. Incluso el Instituto Nacional de Estadística (INE) -su "termómetro" oficial- lleva dos meses sin publicar datos de visitantes por ciudades debido al cierre obligado de establecimiento durante el estado de alarma.

A pesar de esas incógnitas, el sector prepara ya su vuelta a la actividad. El presidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje de la Provincia de Pontevedra (Asehospo), César Sánchez-Ballesteros, explica que el grueso de los hoteles de la ciudad prevén reabrir sus puertas hacia finales de este mismo mes e inicios de julio.

Las previsiones, explica, pasan por que la mayoría de establecimientos estén operativos para comienzos de julio. Será entonces cuando -si se cumplen los planes del Gobierno- se haya culminado el proceso de desescalada y autoricen los desplazamientos entre provincias, claves para el turismo.

La hoja de ruta trazada por el Gobierno contempla que la última fase se complete, si todo va bien, el 22 de junio, lo que marcará el inicio de la "nueva normalidad" . La Xunta ya ha avanzado sin embargo que si pasa a asumir la gestión de la desescalada en la comunidad con la activación de la nueva fase -prevista para el lunes 8 de junio- una de sus primeras decisiones será permitir los trayectos dentro de Galicia.

De darse ese escenario, algunos hoteles de Vigo podrían adelantar sus planes de apertura. "Puede influir, ya que el turismo gallego supone casi el 20 o 25% de los turistas que recibimos durante todo el año", anota Sánchez-Ballesteros.

A día de hoy, en Vigo hay operativos ya cerca de media docena de hoteles. Según los planes que maneja el colectivo, la situación será bastante diferente dentro de aproximadamente un mes. "El número de negocios que queden cerrados entonces será residual", detalla el también presidente de la Federación de Empresarios de la Hostelería de Pontevedra, Feprohos.

De momento los hoteles ya están recibiendo reservas para agosto y anticipan una "contención" de tarifas para reforzar su atractivo. "Los precios serán más suaves, seguramente, al no poder tener un agosto normal", añade el hostelero.

"Estamos un poco a ciegas. No sabemos las previsiones. Nunca habíamos estado cerrados por estas fechas y esta situación tampoco había pasado nunca antes", admite el portavoz de Asehospo y Feprohos: "Resulta complicado saber cuál va a ser el volumen de demanda".

Partiendo de esa base, el sector espera que el perfil del visitante que se aloje en Vigo sea, principalmente, el de familias con uno o dos hijos que se desplazan en su propio vehículo. Desde el colectivo insisten en el potencial del destino, dotado de playa, buena gastronomía, precios asequibles y un parque hotelero moderno y al mismo tiempo sin masificar y con una oferta amplia de actividades saludables. Con esos mimbres -apunta Sánchez-Ballesteros- la provincia es especialmente atractiva para aquellas personas de mayor edad que no quieren renunciar a viajar durante sus vacaciones, pero tampoco están dispuestas a correr riesgos.

El coronavirus no solo ha sembrado dudas en la campaña de verano. Directamente la ha privado también de algunos de sus grandes fuertes. El de 2020 será, por ejemplo, el primer agosto en años en el que los hoteles no disfruten de O Marisquiño, la feria del deporte y cultura urbanos que cuelga cada año el cartel de "no quedan plazas" en los alojamientos de la ciudad.

También Peinador ofrecerá este julio y agosto un apoyo bastante más endeble que el de años pasados. A diferencia de 2019 o especialmente 2018 -cuando Ryanair engrosó de forma considerable la parrilla de rutas del aeródromo olívico- la terminal ofrecerá a lo largo de los próximos meses una oferta muy parca en conexiones.

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