Después de un largo y difícil camino, todas las residencias de mayores del área sanitaria de Vigo le han ganado la batalla al virus. Ya no hay ningún usuario en los geriátricos que padezca Covid-19 después de que los dos que quedaban contagiados en DomusVi Cangas hayan dado negativo en las últimas PCR realizadas.

El centro de mayores ubicado en Aldán tuvo que ser intervenido por la Xunta después de un brote que afectó a 105 de los 150 infectados al inicio de la pandemia. En las primeras semanas el número de fallecidos no paró de crecer hasta llegar a los 26, entre los que perdieron la vida en el propio centro y los que lo hicieron tras su ingreso en un centro hospitalario. Poco a poco la salud de los mayores se fue estabilizando y desde hace semanas solo se reportan curaciones y ahora con estas dos últimas altas el complejo se ha librado definitivamente del virus (solo queda algún trabajador que todavía es positivo pero que está aislado en su casa).

"Han sido los meses más difíciles de mi vida. El 1 de marzo comenzamos a seguir los protocolos que nos llegaban desde las autoridades sanitarias e hicimos todo lo posible para que el virus no entrara en la residencia. Y cuando empezaron a llegar los positivos fue un auténtico shock para nosotros. Los trabajadores se han dejado la piel, se han quedado ayudando siempre que era necesario haciendo jornadas interminables. De un día para otro tuvimos que convertir una residencia de mayores en un hospital", recuerda la directora del centro, Laura Cancelo. Desde la intervención de la Xunta, los empleados del centro y los del Sergas trabajaron codo con codo para atajar la situación. "Nosotros aportamos el conocimiento del trabajo en un centro geriátrico y el Sergas nos enseñó cómo se trabaja en una situación médica tan grave", asegura.

En los centros de discapacidad, por su parte, solo queda un usuario positivo en Covid-19, concretamente en el CAPD I de Redondela.