Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Concello prevé sumar casi mil parcelas más en Samil al regular el aforo en la zona verde

Caballero descarta cuadricular los arenales antes del 15 de junio por la baja afluencia

Bañistas en la playa de Samil esta misma semana. // Ricardo Grobas

El Concello ultima los detalles de su modelo de control de aforo de las playas de Samil y O Vao con el que busca garantizar su uso seguro en la nueva normalidad. "El sistema es perfecto", ensalza Abel Caballero, que lo defiende como la fórmula ideal por su rápido despliegue -y repliegue- en cada jornada y por lo eficaz que resulta, con solo "un golpe de vista" y con la "autorregulación" de los bañistas, el control del aforo (6 personas máximo; 8 si son del mismo grupo familiar) en cada una de las mil parcelas de 64 metros cuadrados (8x8), entre uno y otro arenal. "Hasta ahora la respuesta es de felicitación total. Todos dicen que es una idea brillante", incide el jefe del gobierno vigués. Vigo seguro, también en la playa, es la idea fuerza con la que se busca captar al turismo de la Meseta y del resto del país. "En Vigo habrá un lleno total", pronostica, "estamos lanzando muchos mensajes, como hicimos en Navidad con las luces".

La regulación de las aglomeraciones mediante segmentos perfilados en el suelo no será exclusivo de la zona de arena. Como anunció hace más de una semana el alcalde, la idea es también extenderla a las zonas verdes de Samil. "Estarán dibujadas cuadrículas exactamente igual que en la playa", asegura. En este caso la división se realizará no mediante el uso de cintas, sino con pintura biodegradable de color rojo y blanco idéntica a la empleada para dibujar las líneas de los campos de fútbol, que será necesario repasar cada 25 días aproximadamente. Y teniendo en cuenta que el cinturón arbolado que rodea Samil duplica la superficie del arenal, afirma Caballero, estima que para ello harán falta "casi otras mil" parcelas.

EN DIRECTO

Coronavirus en Galicia: última hora

Sigue las noticias sobre la incidencia de la pandemia del Covid-19 en la comunidad

El regidor se muestra convencido de que con la prohibición de comer en esas áreas de esparcimiento "se va a garantizar la rotación". No será este un verano de extensas sobremesas a la sombra y pic-nics sostenidos en pic-nicsel tiempo, como suele ser habitual en muchos de los visitantes que acudían a Samil. "Lo que no puede ser es que vengan grupos de cientos de personas que ocupen zonas enteras en el área verde y se queden allí todo el día, eso no va a pasar", sentencia. Para ello, se retirarán las mesas. En los paseos se delimitarán dos carriles de ida y vuelta para regular el tránsito y paliar los cruces que generan contactos. En otra franja, la de la orilla, los planes del Concello no se verán afectados por la marcha atrás del Gobierno en la obligación de descontar un margen de 6 metros. Vigo mantendrá un espacio (acotado por líneas amarillas), dado que los antecedentes, al contrario que en otras playas reducidas, dictan que esa es una zona de paseo y baño, no de "toalla".

El contrato para la implantación del sistema acarreará para el Ayuntamiento una inversión de 163.500 euros. Y el estreno mantendrá la fecha prevista inicialmente, el 15 de junio, aprovechando que se activa el servicio de socorrismo. Pese a que el Concello había dejado abierta la puerta a anticiparlo unos días si persistía el calor, Caballero zanja esa hipótesis: "La temporada turística empieza el 15 de junio, y de manera muy endeble. Y ese día todavía no hará falta. El mes de junio en la playa, normalmente, es muy flojo", señala. Durante el día de ayer, la espesa bruma que se instaló en el cielo de Vigo evitó las escenas de ambiente vistas en las jornadas previas en las que el primer edil, salvo "alguna pequeña indisciplina", destaca el civismo: "El comportamiento, en general, fue bueno", valora.

La nueva normalidad en Samil y O Vao también requerirá de más personal. El ejecutivo local asume que habrá más efectivos de Protección Civil y un despliegue reforzado de la Policía Local. Y para garantizar el montaje eficaz del millar de parcelas (cada cinta supone 1 minuto), contratará a una nueva remesa de personal que Caballero cifra en torno a veinte efectivos, "aparte de los que tenemos".

En los accesos en coche, no habrá vetos. Después de que el Concello de Cangas revelara su intención de vetar a los no residentes la llegada en coche a sus playas rurales, una medida que afecta directamente a cientos de bañistas procedentes de Vigo, desde el otro lado de la Ría la respuesta es contundente: "Hay leyes que no permiten hacer exclusiva una calle para los del pueblo", sentencia Caballero.

Por otro lado, la pandemia ha frenado una de las medidas "estrella" anunciadas el pasado verano: playas sin humos. La paralización de los trámites administrativos ha abocado a paralizar la aprobación de la ordenanza, que requeriría de un plazo de información pública de treinta días laborables. Aún así, el alcalde volverá a lanzar "una recomendación muy fuerte de no fumar en la playa, y pedir que seamos sensatos", zanja.

Compartir el artículo

stats