Los pasos hacia la "nueva normalidad" se perciben en la calle, las zonas comerciales, las terrazas, el pulso económico de la ciudad, las playas y zonas de paseo... pero también, y de forma considerable, en los grandes viales que comunican la ciudad. Con el inicio del estado de alarma y el confinamiento sus niveles de tráfico se desplomaron. Y ahora que la economía empieza a coger impulso, con el inicio de la desescalada y la reactivación -aunque aún con restricciones importantes- del comercio y la hostelería, esos mismos niveles empiezan a repuntar e buen ritmo. El puente de Rande brinda un ejemplo claro. El lunes 6 de abril, en pleno confinamiento y en el peor momento de la pandemia, cuando se llegó a paralizar incluso el sector de la construcción, el tramo Rande-Teis anotaba una IMD -índice medio diario- de 3.300 vehículos pesados. El lunes de la semana pasada, día 18, ya en fase 1, ese mismo flujo se había disparado un 44% y su indice rozaba ya los 4.800 conductores.

El dato muestra un aumento considerable en muy poco tiempo, pero sigue lejos del que manejaba la concesionaria antes de que el avance del Covid-19 obligase al Gobierno a decretar el estado de alarma. El 9 de marzo, por ejemplo, el IMD de vehículos pesados en ese mismo tramo pasaba de 6.100.

Algo similar ocurre en el tramo O Morrazo-Rande. Si a comienzos de marzo su IMD de vehículos pesados se situaba ligeramente por encima de los 5.500, un mes después se había desplomado ya por debajo de los 3.100. El lunes 18 de mayo, con la fase 1 activada, el dato se había disparado a 4.400.

El tráfico pesado es un indicador relevante porque aporta datos, por ejemplo, de los camiones que abastecen al comercio, la hostelería y la industria de la comarca. Su evolución da una idea del pulso social y también económico. Durante las semanas que duró el confinamiento, Audasa informó de desplomes considerables en su volumen de tráfico. Según los datos desgranados por la propia gestora de la AP-9, en abril el vial anotó un "mínimo histórico" tras ver cómo su afluencia de vehículos se reducía un 81,7% en el conjunto de la autopista con respecto al mismo mes del año pasado. Su IMD global habría pasado de casi 24.000 conductores a algo menos de 4.400.

La AP-9 no fue la única en notar el bajón de tráfico. El flujo de vehículos en otros viales de acceso clave, como la autovía A-55, fue también pronunciado el mes pasado.