La temperatura acompañó y había ganas de estirarse a tomar el sol sobre la arena y de pegarse un chapuzón en el mar -el primero del año para muchos-. Así que cientos de vigueses se lanzaron ayer a las playas aprovechando la primera ocasión de disfrutar de ellas. Lo hicieron sin aglomeraciones, respetando las distancias de seguridad. Al menos, de mañana. Por la tarde, la afluencia de bañistas aumentó. Las que no se vieron fueron las mascarillas.

José Andrés Boullón y Carlos Martín Miguel estaban deseando que llegara este día. "Somos de los adictos, de los que venimos a diario", cuentan estos vecinos de A Florida a los que les resultaba "terrorífico" acudir a pasear a Samil y no poder bañarse. José Andrés cuenta que camina por la orilla unos 17 kilómetros y, un poco antes de la mitad, se da un baño. Ayer pudo repetir su rutina. "Está el agua maravillosa", asegura. Comparado con el día anterior, cuentan que aumentó "mucho" la afluencia de gente.

Para Javier García, sin embargo, el agua estaba fría. Pero eso no frenó a sus hijos, Adrián y Daniel, que estaban deseando bañarse. Venían a diario a pasear a Samily a Javier les costaba frenarles para que no se metieran en el mar. Ayer acudieron a hacerlo después de conectarse telemáticamente a sus clases y en el día libre de teletrabajo del padre.

Sobre cómo se puede articular un sistema que evite las aglomeraciones en verano, Javier no lo tiene muy claro. Por la playa de las Catedrales, conoce el sistema de cita previa propuesto por la Xunta y le parece "un rollo". Quiere ver cómo funciona el parcelamiento que propone el Concello y que iniciará su implantación el 15 de junio: "Tampoco hay muchas más opciones, no se puede dejar a la gente libremente que se acumule".

Servando García considera "una buena idea" la propuesta del Concello, aunque opina: "Podríamos hacer las parcelas nosotros mismos, si la gente fuera civilizada". Ayer veía bien la situación, pero teme el aumento de afluencia en verano, también con gente de fuera. Se trasladó hace unos días a su segunda residencia, en Samil, con su mujer, Chelo Gil. Esperaron a que se pudiera porque "el confinamiento no es un capricho". Ella propone que se circule por la derecha en la orilla para respetar las distancias.

María Rodríguez y Daniel Vilaboa comprobaron ayer que había un buen cumplimiento de estas normas. "Se está muy bien, no es agobiante y la gente respeta las distancias", cuentan. Estos dos opositores del Sergas llevaban dos años sin pisar la arena. En cuanto supieron que ayer podrían bañarse, decidieron ir a Samil. Se metieron hasta la cintura.

Miguel Martínez solo se mojó los pies, pero sus hijos Tamara y Nicolás sí se pegaron chapuzones. Estaba en Samil por ellos. "Ya están agobiados de estar tanto en el piso", cuenta y explica que otra cosa que demandan "bastante" es poder ir al parque. Decidieron que ayer irían a la playa "incluso hace ya unos días", cuando el Gobierno anunció que Galicia pasaría de fase.

El alcalde, Abel Caballero Anunció que el servicio de socorrismo y salvamento comenzará el 15 de junio, como el parcelamiento en una parte de Samil y O Vao, ya que aún no esperan "grandes aglomeraciones". Las que no abrirán este verano son las piscinas.