Con Imagine -de John Lennon-, Hallelujah -de Leonard Cohen- y la canción de La Bella y la Bestia, la pianista Sara Peral y el trompetista Franky Valencia consumaron ayer un sueño germinado durante el periodo de confinamiento. Tras más de 55 días haciendo sonar sus instrumentos desde sus balcones -en la calle Canceleiro-, se juntaron en el ático de ella para deleitar a los vecinos del entorno de Rosalía, en pleno centro de la ciudad, con un último concierto. El objetivo: darles las gracias por sus mensajes de ánimo y celebrar la entrada en la fase 2 de la desescalada.

"Quedamos en persona cuando llegó la fase 1 y, en ese momento, ideamos el plan para celebrar un concierto juntos por primera vez después de conocernos durante la cuarentena y habernos pasado los teléfonos a viva voz para poder ensayar las sesiones diarias", comentaba Sara a FARO poco antes de la cita, que esperaba con "gran ilusión". "Hemos vivido una historia superbonita, con repercusión hasta en Alemania o Latinoamérica; la intención inicial era pasar un buen rato con los vecinos, y así ha sido. Incluso han surgido amistades. En total, hemos tocado más de cien temas para todos los gustos, con guiños a Disney o Eurovisión", citaba.

Ayer, los aplausos que sonaron desde las 20 h no estaban dirigidos a los héroes sanitarios, sino a Sara y Franky. Su música ha servido para amenizar la tediosa cuarentena.