El nuevo coronavirus y sus consecuencias ha quitado el sueño a muchos sanitarios. En una de esas noches de insomnio, justo la de la Reconquista de Vigo, al jefe de Salud Mental del Chuvi, José Manuel Olivares, se le encendió la bombilla. Una de las líneas de trabajo del Grupo de Neurociencia que lidera en el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur es indagar en la relación entre las infecciones, el sistema inmune y los trastornos psiquiátricos. A las 4 de la madrugada, recordó unos estudios de finales de los años 70 que atribuían respuesta antiviral al litio, un tratamiento que en su servicio usan habitualmente en trastornos bipolares, depresiones persistentes o síntomas de la esquizofrenia como la agresividad. A primera hora de la mañana estaba en contacto con el neurocientífico Carlos Spuch para desarrollar la idea. Ya han obtenido unos resultados "excelentes" con diez pacientes muy graves que presentaron "una mejoría inmediata" y una recuperación del cien por cien. Ahora están a la espera de la autorización de la Agencia Española del Medicamento para realizar un ensayo clínico más amplio y definitivo.

Como no se puede usar un fármaco con una indicación diferente a la aprobada mientras no esté autorizado el estudio en pacientes, lo primero que hicieron fue cruzar los datos de los más de 400 pacientes psiquiátricos tratados con litio en el área sanitaria viguesa y comprobar si se habían infectado con el SARS-CoV-2. No encontraron ninguno. Pero con la escasa circulación del virus en la comarca, había que dar un paso más para tener información más concluyente. Encontraron la oportunidad en los pacientes con Covid-19 para los que Medicina Interna solicitaba interconsulta de Salud Mental. Algunos ya tenían de antes patologías psiquiátricas y otros, con la infección, desarrollaron afecciones como agresividad o estados maníacos. Escogieron para su seguimiento solo a aquellos en los que el litio era la prescripción adecuada para estos problemas psiquiátricos.

Fueron 10 personas con cuadros muy graves, que recibían el tratamiento habitual y litio. "Observamos como, tras la primera administración de litio, se redujeron significativamente los parámetros inflamatorios y se potenció la actividad del sistema inmune aumentando el nivel de linfocitos". Presentaron "una mejoría muy rápida" y se curaron completamente. Los resultados están siendo revisados por la revista Frontiers in Pharmacology.

El doctor Olivares destaca que aún hay que confirmar su eficacia con un ensayo clínico más amplio y advierte de que la administración del carbonato de litio debe hacerse siempre bajo prescripción y la estricta vigilancia médica, ya que la dosis debe ser muy precisa. "La que vale para uno puede ser tóxica para otro", alerta.

La tramitación con la Agencia Española del Medicamento para la realización de este estudio ya está muy avanzada. Prevén llevarlo a cabo con 45 pacientes. El problema es que, con la larga burocracia, la autorización les llegará con escasos pacientes en el Chuvi. Esperan estar preparados para realizarlo con la segunda oleada, si es que esta se produce. Si no, los planes son aliarse con otros centros.

El equipo investigador lo completan la psiquiatra Marta López, la investigadora postdoctoral Tania Rivera y la investigadora predoctoral Daniela Rodrigues, todas las deI ISGS.

El litio es un tratamiento que se emplea desde hace 70 años en Psiquiatría. Ha demostrado la capacidad de inhibir la replicación de varios tipos de virus. Primero se demostró con el herpes simple o el VIH y, más recientemente, con el SARS-CoV-1, lo que aumenta las esperanzas en este prometedor tratamiento.