Lleno hasta la bandera. La autopista del mar reanudó ayer su servicio en Vigo con los 1.050 coches de los grupos PSA y Renault que embarcaron en Bouzas con destino al puerto francés de Saint Nazaire. Precisamente Bouzas es el nombre del buque Ro-Ro que Suardiaz ha dispuesto para este reinicio de la actividad, que realizará dos frecuencias semanales: lunes y jueves. Más adelante, la naviera volverá a ampliar la autopista con el enlace a Tánger, que por ahora se mantendrá en stand-by a la espera de que despegue la producción de automóviles en Marruecos.

Los 1.050 coches que llenaron el Bouzas -es la capacidad máxima de la bodega de este Ro-Ro construido en Vigo por Hijos de J. Barreras- tenían la consideración de urgentes para abastecer a los concesionarios franceses que, como en España, acaban de volver a abrir sus puertas después de casi dos meses de confinamiento. Además de modelos PSA, en especial los comerciales ligeros K9 y el nuevo todocamino Peugeot 2008, los estibadores cargaron vehículos de Renault producidos en Palencia (Villamuriel de Cerrato) y Valladolid.

La autopista del mar cesó su actividad tras el parón de PSA el pasado 17 de marzo y la reanuda casi diez días después de que la planta de Balaídos volviese a producir. La factoría, que está trabajando por ahora a un solo turno en las dos líneas -con una producción diaria de cerca de 700 unidades, frente a las 2.300 de principios del mes de marzo-, reincorporará el equipo de noche este lunes y el de tarde, el próximo 1 de junio, por lo que llegará al verano trabajando en tres turnos en las dos líneas, a un ritmo que pese a estar lejos del que había antes del Covid-19, parecía imposible hace apenas un mes con todo el sector parado y los concesionarios cerrados a cal y canto.

Si la demanda acompaña, Suardiaz podría volver a aumentar las frecuencias (habrá dos frente a las tres salidas de antes) y el número de buques destinados a la autopista del mar (ahora hay uno, el Bouzas; antes, dos), así como a extender el servicio a Tánger, donde carga modelos tanto de PSA producidos en Kénitra como de Renault, en Tánger-Med. Pero todo dependerá de cómo evolucione un sector marcado por la incertidumbre de cómo afectará la pandemia a las compras de coches y, a la postre, a salud de los propios fabricantes.