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¿Quién recuerda a Victoria Malinowska? (II)

"El Vigo de los años 20 era apetecible para el espíritu inquieto de la pintora

Malinowska, por V. Zubiaurre.

¿Por qué vino a Vigo la pintora polaca Victoria Malinowska? Nadie lo sabe. Había triunfado en Madrid, y en San Sebastián, una de las ciudades predilectas de la aristocracia y clases altas, estar próxima a Francia y ser la residencia de verano de los Reyes, y por tanto frecuentada por los artistas.

Podía haber elegido cualquier otra gran ciudad española de tradición artística para exponer, pero prefirió una donde no se había creado ese poso cultural y las artes plásticas sólo comenzaban a agitarse.

En el lustro siguiente, Vigo da un vertiginoso salto -con la rapidez con que acomete todas las empresas-, y se convierte en la ciudad gallega más atractiva para los artistas que quisieran exponer, pero en aquel momento todavía no lo era.

El año 1920 marca la intersección intelectual de la ciudad, entre un pasado preferentemente economicista y un futuro que se decanta también por lo cultural, que cuajará a lo largo de la década.

Es en ese periodo cuando llega a Vigo la pintora, después de que Antonio Palacios lanzase su proyecto del Vigo futuro, cuando se crea el Ateneo y Cabanillas inaugura su sección de Literatura, y Xavier Bóveda introduce el movimiento vanguardista del ultraísmo.

La galería del Faro era el principal escaparate para los pintores jóvenes, y este mismo año exponía por vez primera Colmeiro, y al siguiente, Imeldo Corral.

El joven escritor Enrique Montenegro dará una conferencia en "La Tertulia" sobre "La influencia de la pintura en la cultura general y en especial de Vigo", y propone la creación de una Escuela de Bellas Artes.

Era un Vigo apetecible para un espíritu inquieto. No es extraño que la haya atraído desde el primer momento.

Pero cuál fue la razón de que la pintora polaca haya llegado a la ciudad y se haya quedado, se desconoce. Tampoco se sabe si la influyó su "paisano" polaco, el gran arquitecto Michel Pacewicz, que residía en la ciudad desde 1904, y tenía vivienda en el número 49 de la calle Urzáiz, donde fallecerá a comienzos de febrero de 1921.

Aunque por su personalidad, la artista no necesitaba cartas de presentación para ser acogida, e integrarse en la sociedad local. Tenía el don de gentes.

El hecho es que la pintora es huésped de Vigo, donde se deja atrapar, y no regresará a Madrid hasta junio de 1922, para exponer en el Hotel Ritz.

¿Qué hizo en Vigo Victoria Malinowska en ese tiempo? Relaciones sociales con las clases altas de la ciudad, y trabajar intensamente.

El 6 diciembre de 1920, "recibía en su estudio, de Arenal 68, a sus amistades, a las cuales ofrecerá una taza de té ruso. Con tal motivo los invitados podrán admirar los últimos cuadros que ha pintado".

El 25 de febrero de 1921, inauguraba una exposición en la Sociedad "La Tertulia". "Figuran en ella nuevos trabajos, entre ellos algunas personas conocidas de la localidad".

En mayo se anuncia que impartirá un curso de verano en su Academia de Pintura y Dibujo para alumnas. Desde su llegada ya había dado clases a jóvenes alumnos, entre ellos "verdaderas precocidades artísticas que están aprovechando sus lecciones prácticas de pintura y dibujo al natural".

La última presencia pública conocida de la pintora data del 2 de agosto, cuando expone en la iglesia de la Divina Pastora de los Capuchinos un cuadro al óleo de asunto religioso.

En resumen. De la breve relación de actos y actividades descrita, cabe deducir que la pintora polaca fue un personaje muy conocido, y apreciado, en el Vigo de la época. Por lo que debió dejar clara huella de su obra. Es previsible que aún vivan descendientes de coetáneos -incluso hijos, algunos nietos y bastantes bisnietos-, que al leer o escuchar su nombre exciten los recuerdos. Mucho más de aquellos que posean o hayan visto en los domicilios de sus parientes alguna de sus obras.

Parte I: ¿Quién recuerda a Victoria Malinowska?

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