Con solo doce ingresados, los hospitales vigueses reducen el espacio reservado para el Covid-19. En concreto, en el Álvaro Cunqueiro, con tres infectados en planta, unificaron ayer en un solo ala -la 2C, con 24 habitaciones- las dos que hasta ahora tenían para atender por separado casos confirmados y sospechas. Con dos pacientes críticos, también la UCI ha recuperado su estructura original de dos unidades de 15 camas cada una con todo tipo de enfermos.

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Pero los espacios de hospitalización para contagiados no desaparecerán aunque no haya casos. El hospital trabaja en la creación de una zona de hospitalización definitiva para estos casos y espera tenerla en dos semanas. Estará en la tercera planta y ocupará camas de Medicina Interna o Neumología. Se instalará en ella una central de monitorización de los pacientes para poder vigilar sus constantes de forma continua desde el control. Será la tercera unidad de cuidados intermedios del hospital, tras las que existen en Cardiología y Neurología. Precisamente, se hace para, si se necesitara, poder ingresar allí pacientes de estos servicios que requieran esta vigilancia más estrecha y que también tengan Covid-19.

Por otra parte, la próxima semana se podrán recuperar los estudios del sueño, al haber liberado una de las alas reservadas para positivos.

Una vez superado el primer embiste de la pandemia, además de prepararse para el siguiente, los expertos analizan las secuelas para poder detectar de forma precoz a las personas que las sufrirán y poder prevenirlas. El equipo multidisciplinar que atendió a los 400 ingresados en el Chuvi propuso crear una Unidad Postcovid que se encargue de esto. Además del seguimiento realizado por Primaria y Hospitalización a Domicilio (HADO) -"brillante", según el jefe de Neumología, Alberto Fernández Villar-, este equipo ha hecho un seguimiento telefónico estrecho de los que padecieron neumonías graves.

Hasta ahora, han constatado que, en el primer mes, uno de cada diez pacientes a los que se les dio el alta necesitaron reingresar por complicaciones en sus patologías previas o por otros fenómenos como tromboembolismos o infecciones urinarias -les afectan más al estar aún vulnerables-.

Ahora, cuando la próxima semana se cumplen doce del primer alta, esta unidad liderada por Neumología considera que es "el momento ideal" para hacer una "evaluación completa, funcional, de su estado general". "Se harán pruebas de capacidad pulmonar completas, de cuánto es capaz de caminar, una analítica y, en los que se detecten alteraciones, se pedirá un escáner", explica el doctor Fernández. Si hay secuelas, se realizarán otras evaluaciones clínicas a los 6 y 12 meses.

¿Qué esperan encontrar? Con este virus aún no hay literatura científica. Solo lo pueden comparar con el anterior SARS: secuelas en el 30% de los casos a medio plazo y en el 10% o menos a largo (un año). Si las mantienen para entonces, ya es difícil que desaparezcan. "Preveemos que aquellos que han ido a la UCI y han estado intubados, tengan las secuelas más graves, aunque no incapacitantes", avanza. Detalla que los críticos fueron entre un 10 y un 15% de los ingresados. Son positivos: "Creemos que un porcentaje muy importante de los que vemos se recuperarán".

En paralelo, el Sergas informa que se desarrollará una investigación global y multidisciplinar en la que se estudiará a unos 300 pacientes del área.