El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Santiago estimó parcialmente un recurso presentado por la familia de un paciente transplantado de pulmón de Vigo, que falleció a causa del diagnóstico tardío de un neumotórax (que derivó en una infección), y condena al Sergas y a su aseguradora a pagar una indemnización de 44.000 euros .
Según el fallo, que no es firme, los servicios médicos del Sergas incurrieron en una grave demora, al no detectar un neumotórax. El problema fue diagnosticado cuando la situación del hombre ya había empeorado de forma irremediable. Tras un primer ingreso de tres semanas, volvió al hospital. Allí se le realizaron varias pruebas, entre ellas radiografía de tórax, y se le envió a su domicilio tras confirmar el diagnóstico de reagudización de la EPOC. Tras revisar esta radiografía se percibía que ya tenía un neumotórax en el pulmón derecho, y su situación se había agravado. Así, fue ingresado e intervenido pocos días después, pero no logró recuperarse.
