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Un estudio analizará las secuelas del Covid-19 en curados

Povisa hará un seguimiento a personas que han superado la enfermedad para estudiar las consecuencias, también las psiquiátricas, que puede dejar a medio plazo

Mucho se ha hablado y escrito sobre los síntomas y los efectos que provoca el coronavirus en aquellas personas que lo han desarrollado: fiebre, tos seca, cansancio, diarrea, dolor de cabeza o de garganta son solo algunos de ellos. Pero apenas se ha dicho nada sobre las secuelas que el Covid-19 puede dejar a corto y medio plazo en las personas que lo han superado. En este sentido, el grupo Ribera Salud, propietario del hospital Povisa, impulsará un estudio en todos los centros sanitarios que dirige a nivel nacional para estudiar esas consecuencias que deja el virus.

Al frente de esta investigación en Povisa, que arrancará esta misma semana, se encuentran los médicos internistas José Manuel Paz y Ana Sanjurjo. Así, se, hará un seguimiento de todos los pacientes del hospital privado vigués que dieron positivo por coronavirus pero que ya están curados. La muestra incluirá tanto a aquellas personas que pasaron la enfermedad en sus propios domicilios (en algunos casos de forma asintomática) como a los que necesitaron ser hospitalizados pero que ya recibieron el alta. En total, se analizarán unos 250 casos. "Valoraremos aspectos como el estado de la función pulmonar, distintas manifestaciones cutáneas, posibles fenómenos tromboembólicios y las secuelas neuropsiquiátricas que puede dejar el virus", explica la doctora Ana Sanjurjo.

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Uno de los aspectos más relevantes de la investigación es precisamente ese último, el de las consecuencias psiquiátricas que algunos pacientes que han superado el Covid-19 pueden arrastrar. Especialmente, depresión, episodios de ansiedad o insomnio provocados por la enfermedad y todas las circunstancias que la rodean. "Les haremos en primer lugar un test homologado para evaluar posibles estados depresivos y otros aspectos y, en función de los resultados, se derivarán posteriormente a Psiquiatría", explican los médicos internistas que están al frente de esta investigación.

A nivel respiratorio, los profesionales sanitarios temen la aparición de fibrosis pulmonar, especialmente entre aquellos que han tenido un ingreso prolongado en el hospital y en la UCI, que presentan una media de edad de unos setenta años. La fibrosis provocaría una limitación de la calidad del pulmón y, por tanto, de la capacidad respiratoria de los pacientes. En este caso, las personas que serán objeto del estudio y que ya han dado negativo en las PCR serán llamadas para acudir a Povisa a hacer un estudio de la función pulmonar. Se le hará una placa de tórax y se estudiaría la posibilidad de realizar un TAC. También se les practicará el test de marcha para comprobar su suficiencia para realizar ejercicio físico. Precisamente, el estudio arrancará esta semana con estas pruebas para analizar la capacidad respiratoria de estos ya expedientes y las consultas con neumólogos de Povisa.

También se ha detectado que el coronavirus podría dejar lesiones neurológicas en aquellos que lo han sufrido. Por ejemplo, cefalea, pérdida de los sentidos del gusto y el olfato, alteraciones en el equilibrio y crisis epilépticas. Algunas de ellas se tratan de manifestaciones que suelen aparecer como síntomas y desde Povisa se quiere ahora comprobar si se puede mantener en las personas incluso una vez superado el virus. Para ello se realizarán exhaustivas exploraciones neurológicas.

Las secuelas que puede dejar el Covid-19 no se quedan ahí. También se ha detectado distintos patrones de patologías cutáneas, como la aparición de sabañones o algunas lesiones necróticas.

Examen serológico

A todos los pacientes con Covid-19 que están en sus domicilios aislados se les hace un seguimiento con llamadas telefónicas diarias para comprobar su evolución. Con este pionero estudio impulsado desde Ribera Salud, el objetivo es analizar su estado una vez superada la enfermedad. La investigación constará de dos fases. La primera durará unos sesenta días, tras los cuales se obtendrán los primeros resultados. Posteriormente, se volverá a contactar con los pacientes pasados unos seis meses para verificar si las secuelas se mantienen o si por el contrario ya han sido dejadas atrás. Precisamente, en las primeras consultas se realizará a las personas que participen en la investigación un estudio serológico para comprobar si han desarrollado anticuerpos y confirmar su inmunidad al virus, y también se volverá a repetir a los seis meses.

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