Los taxistas de Vigo tardarán aún en regresar a la normalidad que, como a la inmensa mayoría de sectores, les arrebató el Covid-19. La falta de turismo, las restricciones al movimiento y la tímida reactivación de la hostelería y el comercio lleva a los autopatronos a avanzar una desescalada "lenta". De momento -explica Manuel Chorén, responsable de la cooperativa de taxistas de Vigo- los profesionales no manejan un calendario para levantar las medidas adoptadas en marzo con el fin de ajustarse a la caída de demanda. Desde entonces los autopatronos se turnan de tal forma que un día sale la mitad de la flota y al siguiente, el restante 50% de los cerca de 550 vehículos con licencia para operar en el municipio. "De momento hay muy poco trabajo", explica Chorén, quien explica que el colectivo sigue con atención cómo evoluciona la demanda. Ayer la federación gallega del taxi, Fegataxi, mantuvo una videoconferencia con el presidente Alberto Núñez Feijóo en la que, entre otras cuestiones, se planteó una campaña para promocionar el uso del taxi.
