Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La caída sin red de las empleadas de hogar: "No tenemos derecho a nada, es penoso"

El empleo en negro les priva de acceder al subsidio de emergencia del Gobierno y la dualidad y las cotizaciones bajas las desprotegen | Sindicatos y asociaciones exigen ya una regularización

Una empleada de hogar hace la cama en la habitación de una vivienda. // Gustavo Santos

Azucena llegó del otro lado del charco a España en 2013 con una licenciatura en Económicas bajo el brazo. Sin encontrar un hueco en el mercado laboral para ejercer de tal, el empleo "Fue donde más rápido pude hacer algo". Trabajó en negro y ahora, al menos, ha conseguid un contrato regular. La suya es una de las voces que da eco a la situación del sector: "Es crítica, porque no tenemos derecho a nada. Es penoso. Los empleadores que te contratan cotizan pocas horas y te pagan el mínimo. Es mi caso y la mayoría de la gente. Muy pocos podrán acceder a ayudas

Y aún hay otra casuística: la irregularidad absoluta. El empleo sin contrato condenará a muchas a no poder disfrutar de subsidios como el aprobado por el Gobierno recientemente: un 70% de la base de cotización siempre y cuando los ingresos no superen el SMI (950 euros), durante un mes tras la desactivación del estado de alarma. En el caso de Azucena, cotiza por un salario de 325 euros, pero gana hasta 800 con otros ingresos en negro. Azucena es un nombre ficticio pero no su situación; como igual de simulado es el nombre de Maribel, que aguarda un trabajo en una casa para enviar dinero a sus dos niños en Hispanoamérica; o el de Cristina, que está en el paro y que toda su vida laboral hasta la fecha, salvo cuatro años en automoción, la pasó como empleada doméstica cobrando en negro.

Teresa Rodríguez, portavoz de la asociación Xiara de empleadas del hogar, exige ya una solución. "Si no habrá una bolsa de pobreza muy grande". Por ejemplo, propone flexibilizar la Ley de Extranjería para regularizar la situación de muchas. "Tiene que ser más abierta con el trabajo real que se está haciendo". Lo "real", según las cifras, son 2.918 personas registradas en Vigo al cierre de 2020 dentro del régimen especial para empleados del hogar: cuidadoras, que aunque sean tal, no tienen reconocido el derecho a paro, ni a los riesgos laborales, ni al mismo sistema de cotización por tramos que otros trabajadores; y que en muchos casos asisten a familias o dependientes que no reciben la suficiente asistencia de los poderes públicos, denuncia Rodríguez:. "Están resolviendo situaciones de cuidados que no resuelve la administración. Se mira para otro lado hasta que salta en las narices. Ahora parece que sale a flote esta situación pero hace muchos años que existía", denuncia. La responsable de Xiara pide caminar hacia un sistema de profesionalización de los cuidados como el que en su día se acometió en la sanidad.

EN DIRECTO

Coronavirus en Galicia: última hora

Sigue las noticias sobre la incidencia de la pandemia del Covid-19 en la comunidad

Sensu contrario, al responsable de la federación de limpieza y seguridad de UGT en Pontevedra, Jesús Fernández, le han llegado casos de familias que han seguido pagando cotización y en algunos casos también un salario a sus empleadas para evitar que se queden desprotegidas, ante la ausencia de ERTE (otra figura, el desestimiento, sería lo más cercano). Pero con las trabajadoras en B, la cuestión cambia. "Si no existe el contrato, no puedes llegar junto al SEPE y decir quiero la ayuda, porque no estaba trabajando. Tampoco vas a denunciar a la otra persona porque quizá los dos acordasteis estar en negro". Para el dirigente de UGT, la "mejor solución" es que las empleadas se asocien a empresas profesionales.

Para Sergio González, responsable de construcción y servicios de CC.OO construcciónGalicia, las empleadas del hogar, aún con el subsidio, siguen siendo un sector "olvidado y precario", ya que "sigue sin llegar al fondo del problema, que es y será el empleo sumergido". Para ello urge a las administraciones a legislar para "garantizar las cotizaciones" y, a la postre, que sean reconocidas dentro del Régimen General de Trabajadores.

Compartir el artículo

stats