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Cafeterías y restaurantes reabren bajo mínimos, con distancia y muchas medidas de seguridad

La federación provincial cifra en menos del 5% los negocios que ayer levantaron la persiana, el resto esperará unos días o a la siguiente fase | Las terrazas recibieron desde primera hora a los primeros clientes después de 2 meses

Las terrazas abiertas de la Praza da Constitución, en el Casco Vello, estuvieron llenas de vigueses durante la tarde. // J. Lores

El pronóstico amenazaba con lluvia pero finalmente el sol lució durante toda la jornada y animó a los vigueses a disfrutar del terraceo después de dos meses de confinamiento. Las calles ofrecían ayer la imagen más parecida a la ansiada cotidianidad desde el inicio de la cuarentena, aunque todavía son pocos los locales que se han animado a levantar la persiana. Según los cálculos de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos), menos de un 5%. Así que encontrar una mesa por la tarde en zonas como Montero Ríos o la Praza da Constitución para disfrutar de las buenas temperaturas y las primeras cañas con los amigos resultaba complicado. La afluencia por momentos fue masiva.

"Todavía hay muchas dudas. Las normas se publicaron el domingo y además el tiempo no va a acompañar esta semana por lo que muchos han decidido esperar. Es normal", señala el presidente de Feprohos, César Sánchez Ballesteros, sobre la la desescalada.

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Fase 1 de la desescalada en Vigo: las cafeterías y bares vuelven a abrir

La limitación de la actividad a las terrazas y la reducción del aforo en un 50% hacen inviable la apertura para muchos empresarios. Sin embargo, una pequeña parte del sector se preparaba desde hace días para sacar sus mesas a la calle respetando el distanciamiento y servir comidas para llevar.

Las cafeterías empezaron a despachar cafés y desayunos desde primera hora. Los propietarios de Pura Vida, en República Argentina, abrieron puntuales a las 8 de la mañana, y con ganas de empezar a remontar su actividad. "Somos autónomos y llevamos dos meses cerrados intentando sobrevivir con lo que tenemos. Las cosas van a cambiar y estaremos atentos para adaptarnos. Somos de los poquitos que nos atrevimos a abrir por la zona", comentaban Cristina González y Carlos Collazo.

Habitualmente cuentan con diez mesas, por lo que se han quedado con cinco. El alcalde anunció la semana pasada que las terrazas podrían ser ampliadas si no causaban molestias ni interrumpían el tráfico, pero ellos tuvieron que retirar las que habían colocado en un lateral a petición de la Policía Local tras ser denunciados por una vecina: "La gente es insolidaria. Iremos al Concello a ver qué se puede hacer".

Entre los clientes del primer día hubo muchas caras nuevas y algunas cuestiones referentes a la higiene: "Llegan con un poco de miedo. Es normal, todos andamos con mucha paranoia. Nos preguntan con qué limpiamos las mesas y al decirles que con cloro sanitario se quedan más tranquilos".

Luci Ordóñez y Alberto Riesco eligieron esta terraza para estrenarse tras dos meses de cuarentena: "Salimos a hacer recados y aprovechamos para tomarnos nuestro primer café desde marzo. ¡Hoy nos va a saber a gloria! Hay que tener precaución pero no miedo. Si todos nos encerramos esto se hunde. Si la gente toma conciencia y empieza a salir saldremos de ésta".

En la cercana calle de Rosalía de Castro, en D'Lucia Coffe Bar, dos matrimonios se reunían por primera vez después de dos meses. Luis avisó a los demás en cuanto localizó la primera mesa libre. "Esto es más que un café, es estar con tus amigos, es otra historia", celebraba.

"Hasta hoy solo nos cruzábamos de paseo y nos saludábamos de lejos. Es la primera vez que nos volvemos a juntar. Si podemos, a partir de ahora seguiremos saliendo con precaución. Hay que tirar del barrio, hay que hacer vida aquí. No puede ser que abran y que no venga nadie", comentaban.

Pero la primera apertura de la fase 1 tuvo lugar ya durante la medianoche. Alrededor de 200 personas, la mayoría jóvenes, acudieron según los cálculos de los propietarios, a la convocatoria de un conocido local de Montero Ríos, Lolatino, desde las doce a las dos de la madrugada. Ayer volvía a abrir a las 11 de la mañana y de nuevo con una elevada afluencia de clientes para disfrutar del primer café o estrenarse con las cañas.

"Han abierto cinco o seis terrazas en la zona y la Policía Local está pendiente de que se cumplen las medidas de seguridad. Hace un rato advirtieron a una mujer que no respetaba la distancia con el carrito del bebé. Y el domingo por la noche ya nos avisaron de que no podíamos hacer ninguna promoción porque está prohibido en estos momentos", explica Rubén Pérez, presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de la zona del Náutico.

Luci y Alberto - Clientes

"Es nuestro primer café desde marzo, hoy nos va a saber a gloria"

Carlos y Cristina - Pura vida

"Somos de los poquitos que nos atrevimos a abrir por la zona"

Pilar, luis, elena y miguel clientes

"Hay que tirar del barrio, no puede ser que abran y no venga nadie"

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